La jueza del caso Esther López investiga si Óscar S. es inimputable por ir ebrio y drogado

Este fin de semana se han cumplido dos años de la desaparición de la joven, cuyo cadáver fue encontrado casi un mes después en la cuneta de la carretera de acceso a Traspinedo con signos de haber sido atropellada. El Juzgado número 5 de Valladolid resolvió el pasado 15 de diciembre mantener en libertad, aunque con medidas, al único investigado, con el que Esther había estado en un bar el día de la desaparición. En su auto, la instructora impuso a Óscar S. la obligatoriedad de acudir a los juzgados todos los lunes para firmar y le prohíbe su salida del país.

Contra esta nueva resolución de la magistrada, adoptada a raíz de la petición realizada por la Fiscalía el pasado 18 de diciembre, ha interpuesto recurso de reforma el abogado de Inés López, hermana de la víctima, por considerar que la diligencia es «inútil e impertinente». La acusación argumenta que el Ministerio Fiscal «realizó al investigado varias pregunta sobre el consumo de alcohol y otras drogas la noche de autos y fundamenta la petición de esta diligencia en las manifestaciones personales» de Óscar S, ya que su defensa nada ha alegado sobre esta cuestión.

«No es posible que un médico forense se pronuncie sobre el grado de imputabilidad, al ser este un juicio jurídico reservado al tribunal sentenciador. El médico forense podrá exponer o comprobar el grado de impregnación de drogas que una persona tiene en un momento concreto y la afectación de estas en su conducta. Para la elaboración del informe médico en los términos que la LECrim permite es imprescindible conocer el grado de alcohol y droga en sangre que presentaba el investigado la noche de los hechos, datos que no han sido acreditados por la defensa ni podrán ser acreditados dada la naturaleza efímera de los mismos. Es decir, se precisaría que existiera una prueba de carácter objetivo que se hubiera realizado la el día de autos o en días posteriores, cosa que nunca sucedió». En el recurso presentado, el letrado Guillermo Ruiz Blay argumenta también que «el investigado mantiene que los hechos atribuidos no ocurrieron y ha relatado, según su versión, cómo se desarrollaron los mismos la noche objeto del procedimiento. Por tanto, si mantiene que recuerda cómo fueron los hechos, ninguna incidencia hubo del consumo de alcohol y sustancias estupefacientes en su proceder homicida. Esta prueba puede resultar interesante a los efectos de la imputación del delito contra la seguridad vial, pero su defensa ya hará valer sus argumentos en juicio, no en esta instrucción».

Tampoco estima pertinente la representación legal de Inés López la otra diligencia abierta, en la cual se solicitan aclaraciones a los puntos a los que se hace referencia en el escrito presentado por la defensa relativos al informe de autopsia de la víctima.

En una providencia reciente, la jueza ha pedido a los forenses que expliquen tres lesiones que «no cuadran» con un atropello Para conocer el origen de estas tres lesiones, la magistrada instructora ha solicitado al equipo de forenses del Instituto de Medicina Legal de Valladolid que realizaron la autopsia que aclaren, si es posible la «etiología» de estas lesiones que fueron producidas en vida y que, aunque figuran detalladas en su informe, no se indica a qué causas pueden obedecer.

El pasado 12 de enero, dos peritos contratados por la defensa del único sospechoso por la muerte de Esther López se trasladaron a dependencias de la Guardia Civil inspeccionan el coche de Óscar S. durante dos horas con el fin de desmontar el informe final de la Guardia Civil, que considera a Óscar S. el autor del homicidio que acabó con la vida de Esther López. Sostiene el equipo de investigación -integrado por miembros de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Valladolid y de la Unidad Central Operativa (UCO)- que las circunstancias que desencadenaron la muerte violenta de la vecina de Traspinedo pudieron ocurrir en el interior o en las inmediaciones de la residencia de Óscar S. instantes después de las 3:23 horas, sin que pueda descartarse como detonante «un conflicto interpersonal entre ambos».