Especial Municipalismo: Memoria viva de Castilla y León

«Fresno el Viejo vivió su edad dorada durante la Edad Media»

«La orden de los Sanjuanistas se instaló en estas tierras y nombraron Prior a Pelagio de Arulfit, que se encargó de construir el castillo con su fortaleza»

Luis Miguel Muñumer. alcalde de fresno el viejo

Lunes, 4 de julio 2022

El 11 de noviembre de 1116, la Reina Doña Urraca donó la villa de Fresno a la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, mediante una carta de donación, junto con otras villas del valle del río Guareña, con la intención de curar su alma y liberarse de sus pecados. Desde ese momento, esas tierras cubiertas de fresnos entre dos ríos, hoy llamados Lanzón y Trabancos, comenzaron a tener vida propia.

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La orden de los Sanjuanistas se instaló en estas tierras y nombraron Prior a Pelagio de Arulfit, que se encargó de construir el castillo con su fortaleza, el hospital y la iglesia San Juan Bautista, este es el único edificio que sigue en pie. Adquiriría enorme protagonismo cuando en 1183, el rey leonés Fernando II llegó a la villa para acometer el tratado Fresno-lavandera, por el que se establecieron qué municipios formaban el reino de León y cuáles el reino de Castilla. Fue la época dorada de Fresno, ya que, en la Edad Media cobró, por razones estratégicas de defensa, económicas, de comunicación, etc.., una relativa importancia dentro del reino leonés.

Importante fue la calzada real o cordel dela mesta, por la que afluía el comercio que procedía de Extremadura y Andalucía hacia las ferias medinenses. Fresno era fin de jornada y comienzo de nueva etapa, de ahí la existencia de abundantes mesones y ventas que alojaban a los muchos viajeros. Por aquí pasaban gentes de toda índole, hasta reyes, como Juan II o Fernando el Católico y Teresa de Jesus.

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