Fresno el Viejo: El canon de la transición Románico-Mudéjar

Entre los ríos Lanzón y Trabancos, y a ambos lados de la Calzada Real por la que discurrieron religiosos, nobles y militares durante siglos descubrimos la mestiza iglesia de San Juan Bautista en la localidad vallisoletana de Fresno el Viejo.

Bajo la advocación a este santo, que designaron los fundadores Sanjuanistas ya en el siglo XII, encontramos este ilustre edificio que fue donación de Doña Urraca y que ha sido declarado Bien de Interés Cultural en 1931.

Es el canon de belleza resultante de la mezcla de dos estilos arquitectónicos que dejaron huella en Castilla y León, el románico y el mudéjar. Su singularidad se debe a la disposición de una planta basilical con cabecera románica del siglo XII y el resto del templo construido bajo el estilo mudéjar del siglo XIII.

Silenciosas pero convincentes vemos las claves de la transformación de un estilo a otro. Un ejemplo es la forma circular de sus ábsides que tienden a una apariencia poligonal con muros rectos más fácilmente construibles con ese nuevo material, el ladrillo.

Además esta iglesia al suroeste de la capital, posee en la actual puerta de entrada un arco de medio punto donde destacan unas armoniosas y simétricas ventanas construidas en piedra.

Si el viajero accede al interior podrá observar que este tesoro románico-mudéjar está erigido por tres naves que concluyen en igual número de ábsides. Sus medidas presentan una longitud de eje de 32 metros y una anchura total de 20 metros, dimensiones que revelan la peculiaridad de que la nave central es más ancha y larga que las otras dos.

Debido, una vez más, a la llegada del ladrillo por la escasez de piedra de cantería en las llanuras del oeste castellano, desaparece la posibilidad de escultura, pues este material no es apto para la talla. Por ello, en su interior hace que destaquen unas columnas románicas rematadas con capiteles.

Especial atención, merece el Sepulcro del Comendador Hernando de Cárdenas del último tercio del siglo XV. Está situado en un lateral de la capilla mayor y luce yeserías de estilo Cisneros. La parte del altar alberga unos frescos románicos que muestran un Pantocrátor y La vida de San Juan Bautista a quien está dedicada la iglesia.

Como colofón a su singularidad, cabe citar que la iglesia de este municipio ha sido uno de los monumentos elegidos para representar a la provincia de Valladolid en el Parque Temático del Mudéjar de Olmedo, donde se ha construido una perfecta maqueta a escala que pone en valor su importancia monumental e histórica.