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El pasado sábado 4 de enero, el popular concurso televisivo Atrapa un Millón, emitido por Antena 3, arrancó su nueva temporada con dos participantes vallisoletanos, los hermanos gemelos Fernando y Rubén Rodríguez Martínez, de 29 años. Su carisma y valentía frente a las trampillas del ... concurso cautivaron a la audiencia desde el primer momento y también a Manel Fuentes, el presentador, quien aseguró que todo el equipo estaba encantado con los concursantes pucelanos. Con el objetivo de alcanzar cierta independencia económica para dejar la casa de sus padres, los hermanos llegaron al plató con toda la energía del mundo y dispuestos a llevarse el mayor botín posible.
Fernando, profesor de latín en el instituto Juan de Juni, y Rubén, opositor a judicatura, no dudaron en aprovechar su momento en televisión para enviar un cariñoso saludo a Villasexmir, el pueblo de sus abuelos paternos y donde veranean desde pequeños. Los vecinos del municipio, que siguieron el programa con entusiasmo, se mostraron encantados de ver cómo sus paisanos les saludaban en prime time. «Teníamos pensado desde el principio mencionar a nuestro pueblo porque es muy pequeño. Valladolid lo conoce todo el mundo, pero Villasexmir no y queríamos presumir de pueblo en la televisión», cuenta Rubén. «Lo llevábamos hablado desde casa, pero yo estaba tan nervioso que casi se me olvida. Menos mal que mi hermano se acordó. La gente del pueblo nos ha agradecido mucho el gesto», completa su hermano.
Esta no es la primera vez que Fernando y Rubén prueban suerte en un concurso televisivo. Hace diez años participaron por separado en Ahora Caigo, una experiencia tan positiva que quisieron repetirla apuntándose al proceso de selección para Atrapa un Millón. Los hermanos tuvieron que pasar un riguroso casting en Madrid, donde realizaron pruebas y un simulacro del programa. «Creo que ser gemelos llamó la atención desde el principio», comentó Fernando. «Además, tuvimos que responder preguntas personales y demostrar que podíamos manejar la presión».
La primera pregunta del concurso fue sobre fútbol: «¿Qué apodo de un equipo se debe a una parte del cuerpo?». Sin dudar, los hermanos apostaron todo a 'Culés' y acertaron. Manel Fuentes explicó el origen del término, mostrando una fotografía histórica de seguidores del FC Barcelona. Los gemelos mostraron una gran seguridad en esta ronda inicial bajo la atenta mirada de sus orgullosos padres, Fernando y Mayte, quienes siguieron con nervios el progreso de sus hijos en el programa. En la segunda pregunta, los nervios comenzaron a aflorar. La pregunta giraba en torno a las matrículas de los coches: «¿Qué indica la H seguida de números y letras en algunos vehículos?». Aunque descartaron rápidamente 'de Hacienda' e 'híbridos', las dudas se concentraron entre «históricos» y «de Huesca». Finalmente, apostaron 875.000 euros a la opción incorrecta y vieron cómo gran parte de su botín caía por la trampilla. A pesar del revés, Fernando y Rubén mantuvieron la calma. «Nos dolió mucho perder tanto dinero, pero seguimos adelante porque lo importante para nosotros era disfrutar de la experiencia», afirmó Fernando. «El programa lo grabamos en julio y en todo este tiempo, no hemos visto una sola 'H' en una matrícula de coche. Cuando veamos una no se nos olvidará que se trata de un vehículo histórico», añade Rubén.
El momento decisivo
Los gemelos llegaron a la octava y última pregunta con 25.000 euros y muy animados tras marcarse un baile con una canción de Maluma. «¿De qué era señal un eclipse solar para los mayas?», les preguntó Manel Fuentes. Tras un intenso debate, apostaron por 'mal augurio' y acertaron, llevándose esa cantidad como premio final. Ambos lo celebraron con un gran abrazo y alguna que otra lágrima.
Aunque lejos del millón inicial, la cifra ha sido suficiente para arrancar sus proyectos personales. Fernando, ha podido afrontar una reparación urgente en su coche y sigue ahorrando para independizarse, mientras que Rubén lo usará para financiar su oposición. «Nos llamó mucho la atención que los fajos de billetes que salen en el programa fueran de verdad. Nosotros pensábamos que era de atrezzo. Hay mucha seguridad en el programa y hay que pasar un detector de metales y todo para poder entrar en el plató. Además, bloquean todas las puertas cuando empieza el concurso y aparece el millón», cuentan ambos.
Para Fernando y Rubén, la aventura televisiva ha sido una buena oportunidad de ganar dinero y también de representar a su tierra y a su querido Villasexmir en prime time. «Ha sido una experiencia muy divertida. A los más cercanos les habíamos dicho que habíamos participado, sin desvelarles cómo habíamos quedado, para que vieran el programa sin saber nada. Todos estaban convencidos de que algo nos habíamos llevado, pero cuando vieron que de repente perdimos 875.000 euros en una tirada, se desilusionaron un poco», confiesa Fernando. «Mencionar el pueblo de nuestros abuelos ha sido muy especial para nosotros. Vamos todos los veranos y yo, que estoy opositando, me paso allí bastante tiempo, porque la tranquilidad es absoluta», completa Rubén. Ambos siempre recordarán su aventura televisiva como una experiencia única llena de emoción, risas y una buena dosis de tensión.
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