La carretera que une Castronuño y Pollos, una «especie de campo de minas»
El Ayuntamiento castronuñero contabiliza en la VA-610 «unos veinte o treinta» baches en apenas tres kilómetros
«Es lo de siempre». Una reivindicación «histórica», pero esta vez, a diferencia de las anteriores, han dicho basta. La gota está a punto de colmar el vaso. Existen y quieren ser escuchados «antes de que pase algo y nos echemos las manos a la cabeza». El «mal estado» de la carretera VA-610, que une las localidades vallisoletanas de Castronuño y Pollos, es «exagerado». «Está hecha una verdadera pena, está muy envejecida y aparecen baches continuamente», lamenta el alcalde de Castronuño, Enrique Seoane. Tanto, cuenta, que es una «especie de campo de minas». Los conductores que circulan por la vía, que no son pocos –«es la carretera más transitada, la que nos une con Valladolid», afirma el regidor– se ven obligados a sortear los continuos baches que dejan por el camino. Han de poner «mil ojos» sobre el asfalto y moderar «muchísimo la velocidad». «¿Correr? Qué va, si hasta en algunos puntos tienes que quedarte casi parado por cómo está», insiste.
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El equipo de Gobierno de Castronuño ha contabilizado «unos veinte o treinta» en un tramo de tres kilómetros. La carretera tiene una longitud aproximada de diecisiete kilómetros. «Esa es la zona que peor está, prácticamente intransitable, pero no quiere decir que el resto esté bien, al contrario», advierte. No obstante, Seoane reconoce que los operarios de la Junta de Castilla y León han actuado en varias ocasiones para «parchear». La última, recuerda, fue en primavera. Meros apaños y, además, «muy chapuceros». «Lo primero que han hecho ha sido pintar, y ya a las dos semanas parchearon; es una chapuza en toda regla», apostilla. «Por más que parchean, es que esa no es la solución; según lo hacen por un lado, se va abriendo por otro», continúa.
No están dispuestos a aguantar más tiempo «así». Consideran que un municipio del siglo XXI «no merece» una carretera de acceso del siglo pasado. «Que se dejen de parcheos baratos, de tirar el dinero, y acometan de una vez por todas el arreglo integral de esta vía; es la única solución», sostiene el alcalde.
«La solución no es poner parches; según lo hacen por un lado, se va abriendo por otro»
En invierno, con el mal tiempo, esta situación empeora. Es «insostenible». Llueve y los hundimientos se convierten en pequeñas balsas. Hasta la fecha, tal y como confirma Seoane, no ha ocurrido ningún accidente «grave» en ese tramo, pero anticipa que no sería «extraño» que reventara la rueda de algún vehículo. «Hay que ir con muchísimo cuidado;desconozco si en esta carretera han ocurrido más o menos incidentes que en otra, pero alguna vez han pinchado la rueda por el estado de la vía», matiza.
«Otra de las cosas que no nos ha gustado nada», defiende el alcalde, son las actuaciones que han acometido en el puente del río Trabancos. No solo no han ensanchado el recorrido, sino que además han sustituido una barandilla «que no tenía ninguna declaración pero era una verdadera joya, muy antigua y preciosa» por un quitamiedos «horroroso».
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Unos buenos accesos
Desconocen si esta vez será la buena. Si irá la vencida y las autoridades competentes les harán «caso». Pero si hay algo de lo que Seoane está convencido es de que si un problema no se soluciona, «habrá que seguir insistiendo». «Mal que no mejora, empeora, por lo que seguiremos insistiendo hasta que nos lo arreglen», subraya. Por el momento, las expectativas no invitan al optimismo, ya que «nadie» les ha dicho «nada» al respecto. «Y mira que lo hemos pedido veces», recalca.
Acometer la reforma íntegra de la vía supondría, en opinión de este alcalde, un aliciente para aquellas personas que quieran quedarse a vivir en el pueblo. «Si queremos que haya municipios con vida tienen que tener unos buenos accesos, unas vías de comunicación en condiciones», indica. Cree que es «importantísimo» porque, de esta manera, toda la gente de Castronuño que tiene su trabajo en la capital vallisoletana –«son muchísimos», admite– podrían plantearse la posibilidad de fijar su casa en la localidad. «La carretera es lo que les echa para atrás a la hora de quedarse aquí; por la autovía se va muy bien, pero a ver quién es el valiente que va en invierno, de noche, por esa carretera en el estado que está», asevera. «Si queremos luchar contra la despoblación, ahora que se habla de la 'España vaciada' y se ha visto que nos quedamos sin gente, este es uno de los pilares para poder luchar contra ello», reitera.
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En diciembre del año pasado, presentaron Proposición No de Ley (PNL) en las Cortes de Castilla y León sin ningún éxito. Ahora, diez meses después de aquello, la vigencia «sigue siendo la misma». «Estudiaremos si volver a presentar más acciones de este tipo», concluye.
Toma la Palabra llevará al pleno de la Diputación el arreglo «integral» de la vía
El Grupo provincial de Toma la Palabra en la Diputación de Valladolid presentará en el próximo pleno de la institución, que tendrá lugar el 31 de octubre, una proposición para que se realicen las acciones y gestiones necesarias para el arreglo integral de la carretera VA-610, entre las localidades de Pollos y Castronuño.
Según informaron fuentes del grupo a través de un comunicado recogido por Europa Press, el objetivo es corregir las deficiencias «de todo tipo» que consideran que presenta esta carretera, que tiene en algunos tramos «un estado absolutamente lamentable».
La diputada de la formación, Virginia Hernández, firma esta propuesta para realizar las acciones y gestiones pertinentes, junto con los municipios implicados. Entre los planteamientos, se incide en que el presidente de la institución provincial, Conrado Íscar, y el área de Cooperación a Municipios se comprometan a establecer una estrategia conjunta con los alcaldes de Pollos y Castronuño con el objetivo de alcanzar un acuerdo con la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León, en el plazo de tres meses, para que se realicen las inversiones y las acciones necesarias para el arreglo integral de esta vía.
Asimismo, les insta a que se comprometan a informar de forma periódica a los regidores de cómo evolucionan las negociaciones para que los vecinos de ambas localidades tengan conocimiento del estado de la carretera para preservar su seguridad.
Igualmente, reclaman a la Diputación que señalice «todos aquellos puntos con baches y deformaciones de mayor tamaño» de la VA-610 para prevenir a los usuarios de la vía de posibles peligros que pongan en riesgo su seguridad, en caso de que la Junta siguiera sin hacer frente a la obra en el plazo de tres meses.
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