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Una de las casetas alquiladas por las peñas del municipio de La Seca. Aida Barrio
Valladolid

El boom de las casetas de obra para las fiestas: «Mi peña ha comprado una por mil euros»

Ante la dificultad para alquilar un local tradicional, los peñistas de la provincia recurren al alquiler o adquisición de estos modelos metálicos

Raúl R. Méndez

Valladolid

Lunes, 4 de agosto 2025, 07:19

Es la nueva moda en las fiestas de los pueblos, a la que están recurriendo la mayoría de las peñas para celebrar sus reuniones, comidas, ... cenas durante la temporada estival. Se trata de alquilar, y en algunos casos comprar de cara a ahorrar en los años siguientes, una caseta de obra o contenedor de precio, dimensiones y habitáculos variables, rodearla de vallas -también de obra, normalmente- y 'privatizar' así la zona en la medida de lo posible. La principal razón que se repite entre los arrendatarios o compradores de estos contenedores suele ser la falta de espacio disponible, o de locales en los que guardar material peñista, bebidas y comida. El precio del arrendamiento de una prefabricada metálica depende de sus características concretas, la empresa que la proporcione, la duración de las fiestas o las actividades de cada peña y la localidad en la que se instale, aunque suele situarse entre los 350 y 500 euros de media.

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¿Está regularizada la instalación de estas casetas de obra en la vía pública durante las fiestas? Los ayuntamientos no son ajenos a esta práctica, ya habitual en muchas poblaciones castellano y leonesas y, en concreto, de la provincia de Valladolid. En el caso de Serrada, por ejemplo, el Consistorio trata de fomentar y facilitar el alquiler de casetas con ayudas que ascienden a los cien euros, para abaratar costes y permitir que más peñistas puedan acceder a una. «Si el alquiler de las casetas suele ser de 350 euros, el Ayuntamiento lo deja en 250 euros para que sea más accesible para las peñas de Serrada«, explica César López, alcalde de Serrada. Asimismo, los gastos de luz, instalación del contador y acceso a la línea eléctrica también corren a cargo de las arcas municipales. »Hace años que esta tarea, la de puentear con la corriente, la realizan profesionales para garantizar la máxima seguridad», añade López, que este año ha dado permiso para instalar seis casetas parcialmente «escoradas», con el objetivo de reducir el ruido y posibles molestias para los vecinos de la localidad.

La preocupación por la seguridad es una máxima que se repite en otras localidades. Nadia González, concejala delegada de Turismo, Ferias y Participación Ciudadana de Medina del Campo, explica que este Ayuntamiento, con un censo de más de 20.000 habitantes, brinda un «seguro de responsabilidad civil», a mayores del seguro que de por sí facilita Copelin, la coordinadora de peñas de Medina, que hace de puente entre usuarios y autoridades municipales a la hora de realizar los trámites burocráticos requeridos para disponer de una caseta de obra. Es Copelin quien contacta con el ayuntamiento, y también quien solicita los permisos necesarios. Y por supuesto, reitera González, la instalación «la realiza un ingeniero electricista». Este año, además de las seis casetas habituales que ya son propiedad de alguna peña, «se alquilarán otras 38, que darán servicio a más de mil personas de edades comprendidas entre 18 y 50 años. En cuanto al espacio, las casetas se instalan desde hace muchos años en la explanada militar, espacio que cede a Medina el Ministerio de Defensa», indica la concejala.

En La Seca, localidad que ya está inmersa en sus fiestas, Juanjo Gómez, de la peña La Sede, es arrendatario de una de estas caseta de obra, alrededor de la que celebra con amigos, familiares y conocidos comidas, cenas y actividades de diversa índole. El proceso que describe es simple, consiste en contactar con el Ayuntamiento para que un responsable municipal se encargue de buscar y disponer el espacio o terreno para la prefabricada metálica. A cambio, explica Gómez, el Consistorio suele requerir que la peña participe en la organización de una actividad sociocultural que «retribuya» los servicios prestados y retroalimente el turismo en la localidad, como «yincanas para los niños, torneos de fútbol o concursos de pinchos», sobre todo durante la semana cultural de La Seca.

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Pollos

Adolfo Galván, vecino de la localidad de Pollos, ha repetido la misma fórmula que Juanjo Gómez: su peña, Los Farlopa, alquiló el año pasado una caseta de obra por un importe cercano a los 300 euros. Este año, para no depender del alquiler, han decidido invertir en la adquisición de una prefabricada metálica de siete metros de largo por dos de ancho, que ha costado algo más de 1.000 euros. Aunque el coste puede aumentar en función de si trae más habitáculos o menos, nadie en el pueblo ha adquirido una por un importe superior a 1.800 euros, afirma. «Nosotros, que tenemos todos entre 40 y 50 años, antes celebrábamos las fiestas en un local más típico. El dueño acabó necesitando un merendero y nos quedamos sin sitio. Hablándolo todos los de la peña concluimos que la mejor idea era alquilar una, que este año hemos terminado comprando para ahorrarnos el tener que pagar la renta; al final, es como si adelantáramos cuatro años de alquiler. Sobre todo, la vamos a utilizar de almacén, para guardar bebidas en frigoríficos, comida, latas, etcétera», señala.

Este año Los Farlopa han tenido «que pedir un escrito al Ayuntamiento, pues durante las fiestas de 2024 hubo quejas de otros vecinos porque pensaron que no teníamos el permiso, aunque nos lo dieron de palabra. Lo han hablado entre los concejales y en 2025 tenemos que pagar una tasa o fianza de 50 euros por estos días de fiesta, ya que el Ayuntamiento nos cubre la luz, por ejemplo. Y en cuanto a la seguridad, son rigurosos. El espacio, que es colindante a la plaza de toros, está copado por chopos para evitar que dé demasiado el sol».

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María Reoyo, integrante de esta misma peña de Pollos, añade que el espacio anterior del que disponían «era un corral diáfano y no merecía la pena seguir en el sitio en que estábamos antes. Comprar esta caseta que tenemos ahora salía más rentable. Verdaderamente tan solo la utilizamos para guardar comida, bebida, los frigoríficos... Tenemos referencia de otros pueblos en los que también se hace: conozco a gente que en La Flecha está haciendo lo mismo. También en Tordesillas, en La Seca... Debe ser algo que se está poniendo de moda en muchos pueblos».

Perspectiva empresarial

Aunque su prioridad sigue siendo la de distribuir material de obra a empresas constructoras, y maquinaria agrícola para trabajadores del campo, J J Maquinaria, empresa vallisoletana especializada en la venta y alquiler de máquinas viales, también presta servicios de alquiler de casetas de obra para los peñistas de diferentes pueblos de la provincia dede hace ya varios años. «Serán cinco, seis, siete o incluso ocho los años que llevamos alquilando este tipo de casetas. Es una moda relativamente reciente, que supongo que empezó en un pueblo y se acabó extendiendo a los demás por el boca a boca. Tampoco sé exactamente cómo nació, pero sí que es cierto que en verano es un negocio que tenemos muy, muy en cuenta«. La principal razón de estos alquileres suele ser «la falta de locales antiguos y casas viejas, donde las peñas celebraban antes sus festividades. Muchas de esas se han terminado derruyendo o, si siguen existiendo, salen incluso más caras que una caseta», relata Jorge Pulido, trabajador de la compañía y uno de los responsables, en temporada estival, del alquiler de los habitáculos metálicos.

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«Nosotros no trabajamos directamente con las peñas. Lo hacemos con los ayuntamientos, que son quienes ceden las casetas y eligen el lugar en el que pueden y deben colocarse. En algunos casos, trabajamos con asociaciones de peñas, pero no suele ser lo habitual», explica Pulido.

En cuanto a la compra de las casetas, dice que a las peñas no les «sale del todo rentable» y que son «pocos», al menos en lo que a su empresa se refiere, los que se decantan por adquirir una. «¿Cuánto duran las fiestas de los pueblos, normalmente? Hay que tener en cuenta que no suelen ser más de 15 días. Entonces... no les interesa comprar. Primero, porque luego tendrían que retirarla y tener un sitio habilitado donde poder guardarla el resto del año. Segundo, porque deben disponer de un camión grúa para su transporte y hay que trabajar en el desmontaje, que cuesta dinero. Tendrían que volver a llamar a empresas como la mía para montarlas y desmontarlas cada año. Sí que es verdad que hay gente que la tiene comprada, pero por ejemplo J J Maquinaria no ha vendido ninguna; tan solo las estamos alquilando».

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