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Los investigadores de la Guardia Civil, en su inspección ocular de la zona junto al cadáver de la víctima. Jorge Sanz
Sucesos en Valladolid: La autopsia confirma la muerte por homicidio del joven de Laguna de Duero

La Guardia Civil indaga si hay más de un culpable en la muerte por homicidio del joven de Laguna

La autopsia confirma que el traumatismo en la cabeza fue mortal, pero el cuerpo estaba lleno de golpes y tenía dos heridas punzantes en el costado

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Viernes, 17 de abril 2020

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El reconocimiento que se hizo del cuerpo en el lugar donde fue descubierto a primera hora de la mañana del jueves por un vecino cuando caminaba por el parque del lago, justo detrás del polideportivo de Laguna de Duero, situado en la avenida de Las Salinas, apuntaba ya en esa dirección, pero la autopsia confirmó la evidencia: D. H. S., el joven de 18 años encontrado tendido en un charco de sangre y que vivía a escasos 200 metros del lugar, en uno de los torreones de Torrelago, murió «de forma violenta», según apuntaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno, que incidieron en que el fuerte traumatismo que D. H.S. tenía en la cabeza, producido por un objeto contundente, fue letal.

Ahora bien, el joven de 18 años tenía golpes por todo el cuerpo, incluido el rostro (en la nariz y un ojo), y en el costado presentaba dos heridas punzantes causadas por un arma blanca. Ese parte de lesiones es lo que hace sopesar a la Guardia Civil la hipótesis de que D. H. S. fuese agredido por más de una persona, según comentaron también las mismas fuentes de la Subdelegación del Gobierno. «Por la cantidad de golpes que tiene el cuerpo, no parece que haya un solo culpable», apostillaron.

«Las primeras horas son muy importantes para la investigación, y hay que esperar que, después de la inspección ocular y la autopsia, esta avance lo más rápido posible», añadieron las fuentes consultadas, que volvieron a apuntar cómo el joven, al parecer, había tenido problemas con el mundo de las drogas. En ese sentido, la Guardia Civil investiga si D. H. S. mantenía vínculos con alguno de los grupos de jóvenes que suelen darse cita en el parque donde fue hallado su cuerpo sin vida, ya que en esa zona hay consumo de sustancias estupefacientes.

Los guardias civiles investigan ahora en el entorno del menor en busca de sospechosos y trabajan con varias hipótesis, una de ellas la de un «ajuste de cuentas».

Una piedra, entre los posibles útiles del traumatismo mortal

Desde la Subdelegación del Gobierno se recalcó que la investigación de la muerte violenta de D. H. S. está bajo secreto de sumario y que la Guardia Civil prosigue con la investigación de los hechos, sin que haya trascendido qué objeto contundente pudo ser usado para propinar el fuerte golpe en la cabeza que causó la muerte al joven. Se descarta una botella, aunque no una piedra, dado el corte de las heridas que tenía en la cabeza.

Los amigos y conocidos de la víctima fueron citados a declarar el jueves en el cuartel de Laguna al que se trasladaron los agentes de la Brigada de Policía Judicial para realizar los interrogatorios.

El cuerpo sin vida del joven de 18 años fue encontrado sobre las 7:40 horas del jueves (según la autopsia, llevaba muerto varias horas) en el área de aparatos de gimnasia junto al polideportivo de la avenida de Las Salinas de Laguna de Duero. No llevaba documentación encima y en un primer momento se pensó que se trataba de un menor por su aspecto, si bien se comprobó con posterioridad que tenía 18 años. La víctima fue identificada esa misma mañana por sus padres, que se acercaron al lugar de los hechos al enterarse del hallazgo del cadáver y que aportaron una descripción coincidente con la de la víctima. Los familiares de D. H. S. explicaron que el joven había salido de casa por la noche y que no había vuelto. Después reconocieron su cuerpo ya en el Instituto de Medicina Legal, al que fue trasladado alrededor de las 11:00 horas y en el que le fue realizada la autopsia.

El alcalde de Laguna de Duero, Román Rodríguez, confirmó que la víctima vivía en la localidad y que sus padres (residía con su madre y su padrastro) eran conocidos en Laguna de Duero al haber regentado varios negocios de hostelería, uno de ellos cerca de su domicilio en Torrelago, el bar Manhattan, que habían llevado hasta hacía unos meses. Según algunos vecinos, al joven D. H. S., que tenía dos hermanos pequeños, le apodaban por ello 'Manjan'.

Al cierre de esta edición, no se había practicado ninguna detención por la Guardia Civil.

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