Protesta de los bomberos forestales para reclamar mejores condiciones
Más de 500 profesionales y peones antiincendios reclaman ante las Cortes un cambio de modelo y el cese del consejero Suárez-Quiñones
Sonidos de motosierras, botes de humo negro y palas golpeando las impolutas losetas de la entrada de las Cortes Regionales mientras sus señorías cerraban dentro, ... una vez más, el paso a una propuesta para cambiar el modelo de gestión de los incendios en Castilla y León. En la explanada del Parlamento regional se reunieron más de 500 personas que representaban a todo el entramado de extinción: profesional, peones y los llamados bomberos voluntarios. Detrás de pancartas en las que podía leerse 'Contra la privatización de los bomberos. Ley del Fuego ya'. 'Bomberos forestales quemados'' o 'Vuestra gestión nos quema Castilla y León'. Como si de los diferentes frentes de un fuego se tratara, aunque unidos en su lucha, cada colectivo se parapetaba en sus emblemas, sin apenas mezclarse con el resto.
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Vestidos de faena y con aspecto de combatir el 'fuego' más persistente (su reivindicación lleva 30 años en la mesa de los políticos), la Plataforma Bomberos en Lucha escenificó su quemazón con sus palas y sus humaredas. «El día a día de las cuadrillas de tierra es hacer dos trabajos por el precio de uno: de bomberos cuando nos llaman y de servicios del campo. Podemos estar ocho horas en el campo y, si hay un incendio, tenemos que ir. Una disponibilidad que nos pagan a un euro mensual. Estamos contratados como peones forestales y vinculados al 112, pero eso está en fraude de ley», resumía sus condiciones su portavoz, Adolfo Andrés.
Este colectivo insiste en que «es imposible hacer nuestras funciones bien con contratos de tres o cuatro meses. Al estar solo este tiempo y con condiciones tan precarias la gente se marcha y no hay continuidad. Se pierde la calidad en el servicio y la gente se harta«
También lamentan que se gaste «el dinero en helicópteros y aparatos, que quedan muy bien en la foto, pero la clave es que el personal de tierra haga sus labores y esté formado«.
Parques inexistentes
Junto a ellos también se manifestaron las Plataformas de Bomberos Profesionales, cuya demanda se centra en que se cumpla la Ley de Bases de Régimen Local que reclama un despliegue de parques forestales hoy inexistente en la región. «El incendio de Navalacruz es la gota que ha colmado el vaso. Junta y Diputaciones miran para otro lado y no quieren cumplir la ley de hace 40 años para que haya unas instalaciones que permitan atender de la forma más rápida. En Ávila fue una vergüenza que tuvieran que ir los de Ávila capital. De un conato menor se pasó a una catástrofe», resumió su presidente, José Ignacio García. Este sector profesional denuncia la falta de inversiones con una simple comparación: «mantener las Cortes cuesta 34 millones al año. Es lo mismo que costaría crear parques de bomberos financiados al 50% por la Junta y las Diputaciones».
Ante las Cortes también se dejaron ver las centrales sindicales como UGT. Su secretario de Servicios Públicos, Tomás Pérez, afeó a la Junta de que «se vanagloria de que tienen un modelo mixto, pero solo debía reconocer su fracaso. Tenemos un modelo que no contempla que los incendios se apagan los 12 meses y no solo tres mees. Y exigimos la creación de la figura de bombero forestal que la Junta niega, tanto privados como públicos. La Junta solo reconoce una figura privada».
Tras la sesión parlamentaria, el líder de los socialistas de la región, Luis Tudanca, y el de Podemos, Pablo Fernández, impulsores de la propuesta que minutos antes rechazó la Cámara regional, salieron al exterior para conversar e interesarse por las demandas de los colectivos antiincendios.
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