Primer chúndara de las fiestas de San Roque, en Peñafiel. A. O.

Peñafiel vibra con el primer chúndara

El agua, caída de los balcones de las viviendas situadas en los 300 metros de recorrido que unen la Plaza de España y la del Coso, fue la gran protagonista de este pasacalles del 15 de agosto

El Norte

Valladolid

Miércoles, 15 de agosto 2018, 18:15

Miles de personas se dieron cita un año más en la localidad ribereña de Peñafiel para revivir, al grito de 'Chúndara', la tradicional procesión laica que desde el año 1950 recorre las calles de esta localidad vallisoletana cada 15 de agosto, a partir las 17 horas. El rito, muy sencillo: pedir agua que solícitos les arrojaban los vecinos desde los balcones. Así, empapados, los participantes avanzaron por las calles de la antigua judería de la población vallisoletana, haciendo el recorrido que une la Plaza de España y la del Coso, al compás del 'Chúndara tarata Chúndara', adaptación del pasodoble 'La entrada', de Quintín Esquembre, con su famosa letra 'Viva el pijo del tío Bernardo'.

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Puntuales, como todos los años, las peñas iniciaron este pasacalles de las fiestas de Nuestra Señora y San Roque, declaradas de Interés Turístico Regional en 1997, junto a forasteros llegados de todas las provincias de la comunidad.

Con los brazos levantados y las palmas estiradas como si pudieran tocar la reja de los balcones con sus dedos, jóvenes, mayores y niños se detuvieron junto a cada casa hasta llegar a la Plaza del Coso. Mientras, esperaban que sus cánticos fueran escuchados, litros y más litros de agua empaparon sus cuerpos y vestimentas y elevaron sus caras de felicidad.

Durante hora y media bailaron sin parar gracias a grandes cubos de agua, garrafas, cazuelas e incluso mangueras desde las ventanas de las casas. Sus propietarios, aunque no acaban la fiesta empapados, se consideran parte esencial de la celebración. Los más jóvenes juegan armados con pistolas de agua, con las que mojan a sus mayores, encantados de que den el primer paso para poder conservar la fiesta.

Al finalizar la procesión laica, la localidad celebró a las 18.30 horas una novillada con la lidia de dos novillos a cargo del diestro Rubén Sanz, de Soria, acompañado por su correspondiente cuadrilla.

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