El padre de la niña que cayó por una ventana en Valladolid: «Está más cerca de ser lo que era»
Más de un año después, la pequeña Yanela se somete en el Clínico a una delicada operación para recuperarse de las graves heridas que le causó la caída desde una ventana del Entre Ríos
«Por favor, Señor, que salga todo bien», susurraban una y otra vez –mientras dibujaban con sus dedos una cruz sobre el pecho– la veintena ... de familiares y amigos de los Jiménez Escudero que aguardaban impacientes a las puertas del Hospital Clínico de Valladolid noticias sobre el estado de salud de Yanela. El miércoles 26 de mayo, un año y tres meses después de que la pequeña –ahora de siete años– resultara herida de gravedad tras caer desde un primer piso del colegio Entre Ríos de La Rondilla, la menor fue sometida a una delicada operación de injerto óseo de la bóveda craneal. El primer paso para recuperarse de las graves lesiones que el fuerte impacto le causó –le provocó varias fracturas en cabeza y extremidades–.
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La intervención se prolongó durante unas tres horas y salió «todo bien». «Gracias a Dios ha salido todo bien; la niña está bien y ahora hay que esperar a ver cómo evoluciona y que los médicos nos digan si necesita o no otra intervención más adelante», desvela su padre, Enrique Jiménez, quien no oculta su «alegría». «La primera noche fue un poco mala, tuvo algunas décimas de fiebre, pero nos dijeron que eso y los dolores de cabeza al principio son normales», afirma.
Por su cabeza deslizaron durante estos interminables meses pensamientos negativos. Pensaba que nunca llegaría el tan ansiado día en el que operaran a su «princesa», como se refiere de un modo cariñoso. La pandemia paralizó y aplazó todo el proceso. Desde hace unos meses, la pequeña estaba recibiendo tratamiento con pedagogas y fisioterapeutas, pero precisaba de la intervención quirúrgica para conocer el alcance «real» de los daños que padece. En un primer momento, la operación estaba prevista para el mes de enero, pero una nueva ola de la covid obligó a posponerla.
Ahora, Yanela está «un poco más cerca de volver a ser la niña que fue» hasta aquel fatídico 13 de febrero, jueves. Pero aún queda un largo y pedregoso camino por recorrer. Sanitario y judicial. Esto último está paralizado, a la espera de la evolución de la niña. No obstante, el periplo judicial continúa abierto. Declaró la pareja ante el Juzgado de Instrucción Número 6 de Valladolid, que instruye las diligencias del caso y abrió una investigación al considerar que hay indicios de la comisión de un posible delito de lesiones por imprudencia, a finales del pasado mes de junio.
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En julio hizo lo propio la monitora, quien admitió en su testimonio que, en el momento del suceso, se encontraba en el interior del aula, pero que se puso a «atender a otros dos, perdió de vista a la niña, que se subió a la mesa y cayó por la ventana, que estaba abierta porque hacía mucho calor», tal y como confirman fuentes próximas a la investigación. Un par de meses después testificaron tanto el colegio como representantes de Procomar. Los Jiménez Escudero llevarán grabado «siempre» el 26 de mayo de 2021. El primer día del resto de su vida. El que marca el inicio de una segunda oportunidad para todos ellos.
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