Valladolid

La nueva residencia de la avenida de Zamora estará lista en 2025

120 habitaciones dobles y 20 individuales darán cobijo a los mayores que vivirán en este edificio, pero antes de que llegue ese momento deberán acabar unas obras que arrancaron el 26 de julio con la fase de movimiento de tierras y que ahora se encuentran en pleno proceso de cimentación. Alejandro Carazo, gestor de proyectos de la empresa inversora y promotora de la residencia, asegura que este proyecto va a dar mucho trabajo en su fase de construcción. «Se podría decir que una media de cuarenta personas durante entre 18 y 20 meses, incluyendo trabajadores de construcción y personal técnico, trabajarán en el proyecto», indica Carazo poco antes de explicar algunos de los detalles del edificio. «En cuanto a las calidades podría decir que son altas. Como ejemplos, la climatización será por suelo radiante-refrescante, las habitaciones serán muy amplias y la organización será en unidades de convivencia de 16 personas. La residencia contará con amplias zonas exteriores (terrazas y jardines) para uso de los residentes y aspiramos a obtener la calificación energética A, tanto en consumos como en emisiones, así como el certificado BREEAM excelente», incide.

Este servicio privado estará gestionado por la empresa Genesenior y se está levantando sobre una parcela de 6.236 metros cuadrados. La nueva dotación estará situada muy cerca de la residencia pública La Rubia, que la Junta de Castilla y León gestiona en la carretera de Rueda a través de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades y que cuenta con 300 plazas.

8.854 metros cuadrados tendrá la superficie construida de esta nueva edificación que crece en una zona cercana a Vallsur y que buscará una atención personalizada que se conseguirá distribuyendo a los usuarios en espacios acordes a sus gustos y necesidades. El edificio contará con comedores propios y zonas de estar según los grupos. No obstante, el inmueble también contará con zonas de uso común para todas las unidades. Entre estas prestaciones de carácter global destacan salas de actividades ocupacionales, un servicio de rehabilitación, enfermería, farmacia y una capilla para la celebración de eucaristías y otros oficios religiosos.

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Esta es la segunda residencia que se ha proyectado últimamente en la ciudad, donde también está en proceso la creación de un geriátrico en la calle Joaquín Velasco Martín, en el barrio de Huerta del Rey. Pese a que estos dos proyectos han coincidido en el tiempo y que la pirámide poblacional deja entrever que este tipo de espacios cada vez serán más necesarios, Alejandro Carazo cree que será difícil que la ciudad registre un boom de creación de este tipo de servicios en el corto plazo. «Es complicado en la actualidad encajar proyectos rentables en el entorno macroeconómico actual, con unos costes de construcción que han experimentado una subida extraordinaria en los últimos tres años, y también con unos tipos de interés muy altos que hacen que el coste de financiación también sea muy alto», concluye.