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Si algo destaca en Valladolid durante las fiestas navideñas son los tardeos. La opción de salir por la noche de fiesta hasta la madrugada se deshincha y el horario vespertino le gana el terreno al nocturno. Prueba de ello son las imágenes de lugares como ... Plaza Coca o la calle Cascajares durante la ya tradicional y consolidada tardebuena o tardevieja, que cada vez consigue más adeptos.
Aunque el cotillón de Nochevieja, que normalmente empieza a la una de la madrugada y termina a las seis, todavía se mantiene, Juan José García (Queco), vocal de bares especiales de la Asociación de Hostelería de Valladolid, confiesa que «el mundo del ocio nocturno está cada vez más difícil y no ha sido una Nochevieja nada buena».
El cambio de hábito a la hora de salir de fiesta y la competencia entre establecimientos hace «muy difícil apostar por un cotillón durante la noche de Reyes, el 5 de enero». Tradicionalmente con la entrada al cotillón de Nochevieja, con precios que este año han oscilado en torno los 65 y los 95 euros, «se incluía una consumición en Nochebuena y otra durante la noche de Reyes». Algo que este año se ha perdido. Resulta difícil encontrar algo así en Valladolid.
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«Si algo destaca es que de un tiempo hacia ahora las costumbres de la gente y el hábito de salir de fiesta ha cambiado por completo. Es arriesgado organizar un cotillón, hay mucha competencia. Yo he llegado a tener seis locales una misma noche en Nochevieja con cotillón y es un riesgo e incertidumbre a la hora de vender entradas», explica Juan José García (Queco), vocal de bares especiales de la Asociación de Hostelería de Valladolid.
La competencia entre locales, asegura el vocal, «ha sido brutal y en algunos casos desleal porque hay bares y discotecas que estamos pagando todo el año para tener la mejor noche del año y aparecen cosas que son muy normales». Lo cierto es que la tónica general «ha cambiado». «El tardeo ha crecido mucho. La gente apuesta por sitios diferentes y ha cambiado el habito mucho. En vez de salir por la noche prefieren por la tarde», asegura Juan José García (Queco).
Tanto es así que este año en Valladolid también se ha notado el tipo de oferta para los cotillones de Nochevieja. «Muchos locales han apostado por el bonocopas, que es algo más seguro que el cotillón sobre todo en precio. Los cotillones cada vez están más masificados y la gente prefiere un bonocopas o un puerta abierta porque eliges tú mismo», explica. A ello se suma que los cotillones cada vez empiezan más tarde y terminan antes. «Lo normal es empezar a la 1:30 o 2:00 de la madrugada y que a las 6:00 horas de la madrugada ya no haya prácticamente nadie, aunque siempre hay gente que se queda», finaliza.
Diego Rodríguez, al frente de Moss Club, en la avenida Ramón Pradera; Salaveinte, en la calle San Lorenzo, 20; y Molly Mallone, en la plaza de Poniente, 5, especificaba el cambio en los cotillones. Los tres establecimientos celebraron cotillones con prácticamente «las entradas vendidas al completo». «Los cotillones no pasan de moda, los vallisoletanos siguen apostando por celebrar esa noche de esta manera. Nos hemos adaptado, aunque la esencia perdura. Los más jóvenes se fija sobre todo en el factor económico, antes pero los diferentes locales hemos tenido que ajustarnos y bajar los precios», confiesa Diego Rodríguez.
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