La acusada, junto a su letrado, durante la vista de conformidad. Rodrigo Jiménez
Valladolid

La mujer que esquilmó las cuentas de su padre repone el dinero y no irá a la cárcel

Tribunales ·

La acusada se conforma con la pena de ocho meses de prisión pero la Audiencia le suspende la condena si no vuelve a delinquir

M. J. Pascual

Valladolid

Jueves, 19 de octubre 2023, 19:43

La Sección Cuarta de la Audiencia de Valladolid ha condenado a ocho meses de prisión a María del Rosario de Abia Ramírez por esquilmar ... la cuenta bancaria de su padre, con deterioro cognitivo, y dejarla, después de un año de continuas transferencias, con 189,54 euros. La Fiscalía de Valladolid había pedido inicialmente cuatro años de prisión, además de indemnizar a su padre con el dinero que retiró del banco (18.200 euros). Un acuerdo entre las partes, que ha supuesto una considerable reducción de la condena propuesta, ha permitido que la mujer, que ha reconocido los hechos, no vaya a prisión si en los próximos dos años no vuelve a cometer un delito.

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En la decisión del tribunal de la Sección Cuarta de admitir la suspensión de la condena por dos años ha pesado el arrepentimiento de la acusada y el hecho de que ha reintegrado el dinero del que se apropió, con lo que se le ha aplicado en la sentencia la circunstancia atenuante de reparación del daño causado.

Multa de 720 euros

Además de los ocho meses de prisión con inhabilitación especial al derecho de sufragio se le han impuesto cuatro meses de multa a razón de seis euros al día (720 euros) con arresto sustitutorio en caso de impago, además de la indemnización de 18.200 euros, una cantidad que ya ha sido consignada.

Según el relato de los hechos probados, la acusada empezó a vivir con su padre en 1990 con el fin de procurarle cuidados. Con ese motivo, fue autorizada para gestionar los ingresos y los gastos de una cuenta del Banco Santander. Así fue, según refleja el ministerio público, hasta 2019, año en el que el padre empezó a padecer una demencia de origen «probablemente vascular y carencial». La enfermedad avanzó, por lo que en julio de 2019 el deterioro cognitivo ya era «apreciable», catalogado de «moderado» en junio de 2020. «Esto implica que desde julio de 2019 tiene ya alterada su capacidad para consentir con plena comprensión la disposición de su dinero por otra persona».

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De esta forma, María del Rosario de Abia, «aprovechando que estaba como titular de la cuenta y la situación de su padre», completó quince transferencias bancarias «sin el consentimiento de su progenitor». Los movimientos bancarios arrancaron el 1 de julio de 2019 con 600 euros con destino una cuenta de María del Rosario. Misma cantidad que retiraba una vez al mes hasta junio de 2020. Un idéntico patrón que se entremezclaban con tres transferencias (marzo, abril y junio de 2020): dos por valor de 5.000 euros y otra de 1.000 euros. En julio de 2020, la acusada dejó de vivir con su padre.

La sentencia de la Audiencia, que ya es firme, ha admitido el informe a favor de la suspensión de ejecución de la pena privativa de libertad por dos años, con lo que la mujer no ingresará en prisión en ese tiempo si no vuelve a delinquir, pero tendrá que estar a disposición del tribunal.

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