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Muere 'Maruxa', la matriarca de los Monchines y fundadora del clan en 1979«No conocen otro medio de vida», coincidieron los agentes del grupo de Estupefacientes en un lejano mes de febrero de 2009 para explicar el ... porqué María Larralde Valdés, 'Maruxa', entonces de 73 años, acababa de convertirse en la traficante de mayor edad condenada en la historia de los tribunales vallisoletanas. La matriarca del clan de Los Monchines, madre de diez hijos y fundadora del clan, ha perdido la vida este miércoles a los 90 años, fruto de una larga enfermedad, coincidiendo con la celebración de un macrojuicio en la Audiencia Provincial, el mismo tribunal que la condenó a ella a cuatro años de prisión, en la que uno de sus nietos, 'Chirras', la tercera generación del clan, ha asumido una condena que ronda los seis años de prisión también por vender droga.
El clan de los Monchines, que 'Maruxa' fundó junto a su marido, Enrique, padres de una prole de diez hijos, cuando la familia se asentó en el poblado de La Esperanza, en la parte alta de Pajarillos, a finales de los años sesenta del siglo pasado. Él (fallecido hace más de cuatro lustros) era chatarrero y ella enseguida inauguró su historial delictivo. Tanto es así que María ya fue detenida por robo en 1979, recién inaugurada aquella flamante urbanización que acabaría convirtiéndose, de la mano del clan, en el mayor foco de narcotráfico del noroeste de España en los años noventa. La Maruxa fue acusada de robar 85.000 pesetas (más de quinientos euros) de una tienda de comestibles de la calle San Ignacio.
Aquel robo de hace 44 años supuso su primera 'aparición' en la prensa escrita. Después llegarían muchas más. Fueron más sus hijos, Miguel, 'Monchín'; Salvador, 'Negro'; y María, 'Maruja' -solo esta última ha sobrevivido a la matriarca-, los que acapararían después los titulares como cabecillas de un clan que, según recogerían las posteriores condenas a todos ellos -y a otros tres hijos más-, lideró con mano de hierro el narcotráfico en Valladolid, sobre todo, durante los años noventa.
Pero ella, 'Maruxa', nunca esquivó los focos. Siempre estuvo presente en los juicios contra sus hijos y siempre dio la cara por ellos hasta el punto de protagonizar numerosos, y sonados, encontronazos con jueces, periodistas y vecinos (especialmente de Pajarillos e integrantes de la coordinadora contra el narcotráfico del barrio). «Solo queremos vivir tranquilos y que vecinos y policías nos dejen en paz», clamaba la matriarca en 2003 después de que el juez dejará en libertad a su hijo Miguel a raíz de una detención por drogas.
El historial de Maruxa
1979 María Larralde Valdés, 'Maruxa', es detenida el 12 de junio de 1979 por robar 85.000 pesetas de una tienda del centro. La familia se asentó ese año en el poblado de La Esperanza.
2007 Maruxa es detenida por amenazar a miembros de la coordinadora contra el narcotráfico de Pajarillos
2008 La matriarca del clan de los Monchines vuelve a ser detenidas por traficar con drogas en su casa de Pajarillos.
2009 La Audiencia Provincial condena a cuatro años de prisión a María Larralde, de 73 años, por vender droga y el Juzgado de lo Penal número 4 la condena a un año y medio por el delito de amenazas a los vecinos.
Pero también a 'Maruxa' le tocó pasar por el banquillo en dos sonados juicios celebrados en 2008. El primero como sospechosa de traficar al menudeo en Pajarillos, barrio en el que vivía en modesto piso de la calle Esquila (y puntualmente en otro de la calle Tórtola) y en el que continuaba viviendo hasta su fallecimiento, y el segundo por amenazas precisamente a los miembros de la coordinadora contra el narcotráfico.
En los dos casos resultó condenada María Larralde Valdés, entonces de 73 años. Por la causa de traficar fue sentenciada a cuatro años de prisión, por los que ingresó en la cárcel al no encontrar los magistrados motivos para exonerarla dado que por entonces gozaba de buena salud, pese a convertirse aquel 12 de febrero de 2009, cuando se dictó el fallo, en la traficante más longeva condenada en la historia de Valladolid. No fue un buen mes para ella. El siguiente día 26 fue condenada de nuevo a un año y medio de prisión, junto a dos nietos, por amenazar a los miembros de la coordinadora durante un juicio celebrado dos años antes y en el que cinco miembros del clan fueron condenados por narcotráfico.
Lo sorprendente de aquella condena a cuatro años de cárcel fue que durante la vista, en la que ella mantuvo siempre su inocencia hasta el punto de afirmar que no sabía ni lo que era la droga. Además, salió a relucir de boca de los policías que la investigaron durante años el modo de vida de Maruxa, modesto, sí, pero en el que contaba con una cohorte de toxicómanos que la ayudaban a llevar las bolsas de la compra a casa a cambio de 'papelinas'. Ella, en la línea habitual del clan, alegó que eran personas que la ayudaban, sin más, porque cada día «llevaba quince barras de pan y tres kilos de patatas para dar de comer a los nietos».
Los magistrados finalmente la condenaron al entender que se había dedicado a vender 'papelinas' a toxicómanos en su piso de la calle Esquila y que contaba, incluso, con un 'lacorrillo' -también condenado entonces a tres años por esta misma causa- que le ayudaba en las transacciones a cambio de «un par de dosis y veinte euros». Fue precisamente el 'lacorrillo', Juan José, el que la había delatado y facilitado su detención. Pero el día del juicio, a la hora de declarar, lo negó todo después de que la propia Maruxa le retara ante los jueces a confirmar que no tenía nada que ver con ella. Los dos acabaron ingresando en prisión.
Maruxa cumplió sus condenas y en los últimos años, en los que ha padecido una larga enfermedad por la que ha fallecido este miércoles (22 de enero), continuó viviendo en el barrio y era vista con asiduidad ejerciendo la mendicidad a las puertas de distintos supermercados del entorno de San Isidro, Pajarillos y Delicias e, incluso, ante el Carrefour de la calle Santiago.
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El clan de los Monchines pierde así a su matriarca apenas unos meses después de que uno de sus hijos, Salvador, 'Negro' muriera también por enfermedad a los 54 años el 2 de octubre de 2024 y de la pérdida anterior de Miguel, 'Monchín', que falleció el 28 de febrero de 2013 a los 48 años.
Maruxa era viuda y madre de diez hijos. Toda la familia vivió desde su creación en el poblado de La Esperanza, una urbanización que acogió a un centenar de familias gitanas procedentes de las graveras de San Isidro a finales de los años setenta y que acabaría convirtiéndose en el mayor gueto de la historia reciente de la ciudad, y foco de narcotráfico, hasta su demolición a comienzos del siglo XXI -la última vivienda se derribó el 17 de enero de 2003 para dar paso a la actual urbanización-. Ella y sus hijos se dispersaron después por distintos pisos y casas diseminadas por el barrio de Pajarillos.
Decenas de integrantes del clan, que ahora alcanza ya la tercera generación, han sido detenidos y condenados en los últimos lustros por delitos vinculados a la venta de drogas. El último, su nieto, José Enrique -hijo de su hija Maruja-, alias 'Chirras', cumplirá cinco años y ocho meses de prisión que él mismo ha asumido al confesar su culpa y pactar su condena con el fiscal, que inicialmente pedía para él once años de prisión por los delitos contra la salud pública, pertenencia a grupo criminal y tenencia ilícita de armas en el marco de la 'operación Santos' dirigida contra los clanes monchín y mena.
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