El mejor gol de Bauti: pichichi en la lucha contra el cáncer en Valladolid
En junio, con 16 años, le diagnosticaron un extraña variedad de linfoma. Durante esta semana, una carrera solidaria recauda fondos para investigar su enfermedad
Nunca le ha gustado a Alejandro Bautista (16 años) aquello de chupar banquillo. Mejor es disputar el partido desde el terreno de juego. Correr incluso ... aunque no haya posibilidad de pase. Chutar si es que la ocasión lo merece. Celebrar cada gol como si nunca fuera el último y siempre el primero. Jugar, jugar y jugar, aunque parezca que a veces la vida no quiere ponerte en el once inicial.
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Alejandro, Álex, Bauti disputa desde el mes de junio uno de los encuentros más importantes de su vida. Se enfrenta a un linfoma linfoblástico tipo t, un cáncer agresivo al que hace frente con el apoyo de todo el vestuario: la familia, los amigos, los compañeros del instituto Ribera de Castilla, los aliados del club de fútbol La Victoria, los colegas de trabajo de sus padres.
El equipo de Bauti, al completo, ha lanzado 'Por Álex', una carrera solidaria y virtual que hasta este domingo día 29 recaudará fondos (siete euros por dorsal) para la Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia (Aeal). El dinero servirá para avanzar en la investigación de una variedad de cáncer que no es de las mayoritarias, ya que apenas supone el 1% del total de linfomas. «El día que me lo dijeron, me tuve que lanzar a google para saber un poco más. Los amigos me decían: 'No busques en Internet, no busques'. Pero, ¿qué va a hacer una madre? ¿No mirarías tú si se lo diagnosticaran a tu hijo?», pregunta Mayka Ballesteros, madre de Álex, agradecida por todas las muestras de apoyo que la familia ha recibido desde aquel día de junio.
Fue entonces cuando Álex palpó un bulto en su ingle derecha. Del tamaño de una canica. «Al principio pensamos lo típico, que sería una hernia, una inflamación. Esperamos unos días a ver si bajaba. Y como estaba todo el tema del coronavirus, también te daba miedo ir al médico. Pero luego le salió otro, también en la ingle. Uno de ellos ya era evidente a primera vista». Y decidieron no esperar más. El viernes 12 de junio se presentaron en Urgencias del hospital Campo Grande. Por todo el protocolo covid, Álex tuvo que entrar solo, mientras su padre esperaba fuera. Le hicieron análisis de sangre y le mandaron a casa hasta obtener los resultados.
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«Al día siguiente, el sábado, nos llamaron y nos dijeron que el lunes teníamos cita con el internista». Fue un fin de semana de ponerse en lo peor. «Sobre todo, porque también le vimos un bulto en el cuello». El lunes, durante la exploración médica, le hallaron más por otras partes del cuerpo: las axilas, las piernas... Hicieron una biopsia. «Yo solo preguntaba: ¿Puede ser malo? El médico nos decía:puede ser, pero hasta que no tengamos todas las pruebas no lo sabremos». De todo aquello, lo que pesaba era el puede ser.
El diagnóstico no tardó en llegar: linfoma. «Al principio no sabían precisar de qué tipo, pero sí que descartaron los más habituales, los de Hodgkin. Luego ya sí que nos dijeron que era una variedad extraña, que tiene poca gente: linfoma linfoblástico tipo t. El caso de Álex fue derivado a la Seguridad Social para empezar el tratamiento. Ahora se encuentra a mitad de camino. Está a punto de comenzar la tercera fase de cinco. Tiene que hacer frente a sesiones de quimio («no le pueden dar radio») para afrontar el cáncer, en estadio 4.
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«Los médicos nos han dicho que todo el deporte que Álex ha practicado desde pequeñito ha influido mucho, para bien, en el tratamiento (estuvo 33 días ingresado en el Clínico)». Con cinco años comenzó a jugar en el San Nicolás. Pasó después por el Parquesol, por el Simancas, por La Victoria e incluso formó parte de la escuadra del Real Valladolid. Estaba contento, muy contento en el equipo, tenía minutos y los aprovechaba. Pero su pasión era jugar lo máximo posible. Pisar césped y no banquillo. Por eso, regresó a La Victoria donde, con 'Bauti' a su espalda, juega como delantero, en liga regional y también con algunos minutos en la nacional.
Su pasión futbolera (la madre es del Celta, el padre del Real Madrid) la alimenta con todo partido que echan por la tele y le ha llevado a plantearse lo de ser futbolista profesional. Acaba de empezar primero de Bachillerato de Ciencias Sociales.Estudia desde casa, porque las defensas bajas y la amenaza del covid no recomiendan que acuda a las aulas. Las visitas de los amigos son a distancia, en el garaje y desde lejos. Pero esa lejanía física se acorta a la hora de recibir muestras de afecto, como la que le han tributado organizando esta marcha solidaria.«El dinero irá para la investigación de la enfermedad. Sé que en tres meses no se conseguirán grandes descubrimientos que puedan beneficiar ya a mi hijo, pero sí que será importante a largo plazo para quienes tengan en el futuro la misma enfermedad», asegura Mayka.
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Mientras, Alejandro, Álex, Bauti sigue adelante con la quimio, como si esta etapa fuera un entrenamiento para abandonar el banquillo en el que está ahora, como si se tratara de un paso necesario para volver a saltar al terreno de juego, para retomar a una titularidad que nunca ha perdido, para empezar una nueva temporada en la que marcará, ojalá, seguro, muchos goles. Hasta ser un pichichi en la lucha contra el cáncer.
Cómo colaborar:
Carrera solidaria 'Por Álex'. Marcha 'on-line' que invita a recorrer ocho kilómetros. Las inscripciones pueden hacerse hasta el domingo. La inscripción es un donativo de 7 euros que se destinará íntegro a la Asociación española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia (Aeal).
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Cómo inscribirse. A través de la web runvasport.es. Una vez inscrito, recibirá por correo electrónico un dorsal para imprimir.
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