Un mapa recogerá los «espacios felices» de Pajarillos para cambiar su imagen

Ese banco de un conocido parque donde conoció a su mujer. Esa calle donde pegó sus primeros pases de fútbol. O, quizás, esa cafetería donde cada tarde comparte charla y amistad con los colegas de toda la vida. Cualquier espacio puede evocar felicidad y puede desprender optimismo en un barrio acostumbrado a estigmas y prejuicios que quiere desechar mediante la proyección de las «muchas cosas positivas» que atesora. En esas está Pajarillos Educa, el proyecto educativo y social del barrio, pionero en introducir la sostenibilidad en el currículo, para transformar la imagen de esta zona del este de la ciudad, sacar pecho como lugar feliz donde residir e implicar a los niños del barrio en la cultura de la participación para modelar el lugar en el que, a buen seguro, edificarán su futuro.

Desde el colegio Cristóbal Colón, embarcado en un proyecto constante de integración en unas aulas con un importante porcentaje de minorías étnicas y alumnos de otros países, partirán las encuestas que los estudiantes de 5º y 6º de Primaria diseñarán para después exportar al resto de colegios. Ellos mismos se encargarán de salir a la calle y abarcar al mayor número de personas del barrio, en una encuesta que preguntará directamente por aquellos lugares donde hayan sido felices. El muestreo se llevará a cabo en febrero, con el objetivo de que en marzo los alumnos puedan aplicar la estadística y obtener los datos del mapa. «Se verá además acompañado de una página web que empezaremos a diseñar la próxima semana y donde los vecinos podrán colgar sus espacios de la felicidad», especifica Toni Aragón, coordinador de PRAE Fundación Patrimonio Natural, responsable de la asignatura Sostenibilidad para la vida feliz, donde se enmarca el proyecto.

Aragón, de la mano del director del colegio, Alberto Rodríguez, destaca en su labor la importancia de las emociones y de mejorar la autoestima en uno mismo para después transformar su entorno y mejorar su vida. Parten de la base de que en el barrio de Pajarillos existen menores que tienen algún tipo de déficit en cuanto a emociones o experiencias vitales, según constatan en los centros educativos. «Algunos no han salido nunca del barrio, carecen de medios para hacerlo con sus familias y queremos despertar el mundo a los chavales para que aprendan a tomar decisiones y que amplíen el horizonte de vida, que sean conscientes que éste es el barrio donde van a vivir y que si lo ven como un lugar donde se es feliz les ayudará a transformarlo», señala el director del centro, quien precisa que el proyecto va destinado a todos los vecinos, aunque sean los alumnos los que lo elaboren.

Una vez cosechados los resultados, y en una coordinación ya acordada con el Ayuntamiento, se elaborará un mapa y una ruta de la felicidad, cuyos espacios estarán destacados con pintura y escultura que elaborarán los propios alumnos de los ciclos formativos del barrio, como el taller de madera del IES Galileo. «Será una ruta que diga algo así como: si quieres ser feliz, ven a Pajarillos».

Los centros que forman Pajarillos Educa, dentro de la red de colectivos de la zona, están así convencidos de que el proyecto ayudará a «aumentar el índice de felicidad» de los residentes en este barrio mediante el proceso de educación sostenible en el que se ha embarcado el colegio Cristóbal Colón y que recientemente conoció la propia ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Esta iniciativa, coordinada por Toni Aragón, llevará implícitas varias actuaciones que tendrán como único fin el de transformar el barrio. Entre otras, la concienciación en el 29 de octubre de la importancia de cuidar los jardines. ¿Cómo? Serán los propios estudiantes los que se encarguen de plantar las flores para que entre todos las cuiden.