El fotógrafo de Valladolid que despoja a 1.800 clubes de carretera del «brillo nocturno»
El medinense Ángel Marcos prepara un libro de fotografías sobre el exterior de los locales de alterne retratando «la tramoya» de los lugares de prostitución en España
Hace ocho años se propuso Ángel Marcos (Medina del Campo, 1955) captar la «tramoya» de los locales de alterne que salpican rutas principales y periféricas ... del país, lo mismo locales abiertos que cerrados con el paso del tiempo, siempre tomando fotografías a plena luz del día de fachadas, aparcamientos y entorno. Y de algunos, situados en pleno casco urbano. «Me interesaba evidenciar con esas imágenes captadas a las claras cómo esa relación de poderes –que en el fondo es la prostitución, de poder económico masculino– se acompaña de algo ficticio, de decorados, de estética de luces y siluetas que durante el día, ajenos al resplandor del neón, son otra cosa», explica.
En escapadas entre exposiciones comprometidas y la preparación de otros proyectos fue macerando este que a finales de año tomará forma en un libro de fotografías y textos editado por el sello suizo Artphilein Editions, propiedad de coleccionistas y galeristas con obra del medinense. En un vehículo, en solitario, con su pareja o acompañado por algún amigo ha recorrido miles de kilómetros en busca de prostíbulos de carretera, de los más conocidos a los más recónditos de la geografía nacional y las islas de Gran Canaria y Mallorca localizando 1.800, de ellos 140 en Castilla y León. «Me faltan aún el País Vasco y la Nacional 340 entre Málaga y Valencia».
Echando mano de indicaciones en redes sociales y preguntando a lugareños y gentes que pasan media vida en ruta ha dado con la mayoría de los clubes de alterne, una parte de ellos, dice, emplazados «en una especie de hermanamiento» junto a gasolineras. Empezó el recorrido con un Mercedes todoterreno y lo acabó con una furgoneta Wolkswagen que le transportó hasta aparcamientos vacíos, arquitecturas pobladas de anodinos letreros privados de los destellos del neón, siluetas e iconografías suspendidas en las fachadas como fuera de horario y lugar... «Estos clubes se convierten en lugares de atracción, con luces e imágenes femeninas y copas de champán que cuando les quitas el resplandor nocturno se quedan en algo cutre, apenas cuatro trozos de alambre», resume el fotógrafo, advirtiendo que ha tratado de huir de la idea de trabajo documental o periodístico. Menos aún en tiempos donde el debate político ha puesto el foco en el tema de la prostitución . «He buscado despojar a estos edificios del brillo, mostrarlos como teatro de la compra sexual; mostrar las cosas para que cojan una dimensión, pero sin intención de hacer un trabajo periodístico sobre los prostíbulos, no es ese mi proyecto, que muestra lo cutre, las tripas, los suburbios de la persona... es sobre todo artístico».
«Busco mostrar la tramoya de estos locales sin intención documental o periodística»
Ángel Marcos
Menciona que cuando comenzó a trabajar en esta idea no estaba en el debate público la abolición de la prostitución. «Tenía clara la idea de generar un proyecto artístico en torno a lugares que han sido faros en carreteras españolas, aunque muchos cerraron tras la pandemia trasladando el negocio a pisos».
Un repaso a la trayectoria creativa en el DA2 de Salamanca
'Tipologías intempestivas' reúne la mirada de Ángel Marcos en sus viajes a «fronteras y espacios habitados» a los que ha enfocado su cámara durante más de cuarenta años, guiado siempre por la convicción de atrapar «un mundo geométrico que carece de bordes». La exposición se compone de 67 fotografías, vídeos y una instalación que recorren en el Domus Artium 2002 (DA2) de Salamanca la trayectoria creativa del artista medinense. Está comisariada por Fernando Castro Flórez y se puede visitar hasta el 21 de septiembre.
Apenas ha tenido sobresaltos al detenerse ante los locales y sacar su cámara. «En algún caso salieron a buscarme para preguntar y les dije de lo que se trataba, no hubo problema». Desposeídos del led durante el día, no ha resistido Marcos la tentación de aguardar a la noche para inmortalizar alguno de estos locales en su ficticio fulgor.
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