Valladolid
Luis Argüello reclama a los sacerdotes diocesanos escuchar y acompañar a los feligresesEl arzobispo de Valladolid presenta el programa pastoral para este curso incidiendo en una mayor atención en los fieles, cuidar la iniciación cristiana y dedicar más tiempo al sacramento del perdón
«Nuestra vida es vocación». El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, plantea el nuevo curso como una llamada y un cuidado a la feligresía a ... través del acompañamiento y la formación «para hacer del don recibido comunión y entrega, comunión y misión». El prelado ha presentado en los últimos días el Programa Pastoral de la Archidiócesis de Valladolid en varias sesiones a sus hermanos presbíteros en un encuentro en el municipio de Villagarcía de Campos pero también a los integrantes de los consejos parroquiales y equipos de las delegaciones diocesanas.
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Unas reuniones donde ha desarrollado las propuestas para los próximos meses a partir de las cuales reclama la necesidad «de la escucha, el acompañamiento y el discernimiento» a la feligresía. Y aunque en sus últimas homilías de ciudad ya lo ha venido considerando públicamente, como en la última predicada con motivo de la solemne misa en torno a Nuestra Señora de San Lorenzo, Argüello insiste a sus compañeros en la importancia de la escucha a todas las personas: «Queremos potenciar esta pastoral de escucha ofreciendo formación, recursos, instrumentos, pero sobre todo queriendo cultivar entre nosotros, especialmente los sacerdotes, los curas de almas o los catequistas».
El arzobispo insiste en un acompañamiento especial a esos grupos sociales «que quieran iniciarse en la fe, a crecer en ella como pueblo de Dios y a discernir la vocación en la que hemos sido llamados». «Estamos llamados a edificar un pueblo santo», ha subrayado el prelado en todos sus encuentros mostrando públicamente su preocupación ante la realidad social actual con una pregunta: «¿Cómo hacer nuevos cristianos?». Es por esto que Argüello insiste a presbíteros y a familias «a anunciar el Evangelio y a vivir la iniciación cristiana».
Desde aquí entiende una buena construcción de los cimientos de las personas desde, por ejemplo, congregarse «cada domingo en torno a la eucaristía»: «Así vamos tomando conciencia de que somos un pueblo del domingo que celebra la Pascua». Ésta es una de las principales líneas de fuerza que el también presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) plantea que se promuevan en este curso que ahora empieza las comunidades de oración, formación discernimiento y misión más desde toda la actividad espiritual ferviente que se está generando este año con motivo del Jubileo de Roma 2025.
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Luis Argüello ha disertado estos días sobre edificar el pueblo santo de Dios calificándolo de peregrino o misionero alertando y diferenciando al tiempo el papel de cada uno, de cada órgano diocesano, sacerdotes, laicos y consagrados, a quienes exige «la revisión de las estructuras pastorales» para llegar a todos desde la mejora realidad posible poniéndose tajante en sus reflexiones: «Es el momento de los Consejos de Pastoral, Parroquial y Arciprestal sean ese germen que edifica el pueblo de Dios». Para conocer e indagar en las realidades pastorales diocesanas, el prelado ha anunciado que este curso se realizarán en los arciprestazgos Centro de la ciudad y de Tierra de Campos.
Dos realidades paralelos en cuanto al propio ejercicio edificante de la Iglesia de Valladolid pero completamente opuestos en sus realidades cotidianas: las parroquias del centro constatan la asistencia de muchos feligreses todos los domingos además de cada vez más número de turistas mientras que el medio rural destaca por numerosos templos cerrados sobre todo en temporada otoño e invierno pero también con poblaciones religiosas y practicantes cada vez más pequeñas al tratarse en muchos casos de personas mayores que o van falleciendo o no pueden acudir físicamente a, por ejemplo, la misa dominical.
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Facilitar el sacramento del perdón
Otra realidad eclesial, quizás disipada en los últimos tiempos y depende de cada cual, la dedicación plena al sacramento de la confesión. Un signo del perdón sobre el que Argüello ha incidido mucho también en los últimos tiempos pero que para este nuevo curso reclama a sus compañeros curas con más vehemencia instándoles a que marquen, y lo publiquen en sus tablones de anuncios, un calendario de tiempos que cada parroquia dedica a la confesión. Y que lo lleven a efecto, que tengan más dedicación a la confesión de los fieles para conseguir una eucaristía plena. «Un desempeño de nuestras misiones, de las tareas que nos son encomendadas», ha señalado el arzobispo en su reciente homilía de comienzo del curso con los presbíteros, recordándoles la que debe ser la actitud en este sentido: «Aquí estoy entregando tiempo, horario y presencia».
La celebración jubilar del año santo dedicado a Santo Toribio de Mogrovejo en este curso, asimismo, se plantea en la Diócesis de Valladolid para una oportunidad única para escuchar y difundir los textos evangélicos: «Id y haced para que el Evangelio sea anunciado» porque, en palabras de Argüello, «este curso debe de ser la oportunidad para crecer en la santidad».
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Una presentación, por cierto, donde el responsable de la delegación de medios de comunicación de la Archidiócesis, Javier Luna, ha presentado este fin de semana en el Centro Agustiniano la nueva página web diocesana, un vehículo de comunicación actualizado y modernizado con el que se quiere llegar a todos como herramienta directa entre diócesis y feligresía pero sobre todo a los jóvenes y vallisoletanos de mediana edad, el perfil de personas que mas demanda este tipo de comunicaciones con lo que bajo la misma dirección de siempre -www.archivalladolid.com- encontrar toda la realidad y actualidad diocesana de Valladolid.
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