El lotero de La Victoria: «El millón le ha tocado a un vecino del barrio»

Un único acertante (todos se preguntan quién) ha ganado nada menos que 1.040.018 euros gracias al sorteo de la Bonoloto de este lunes con la combinación formada por los números 20, 21, 35, 40, 42 y 47, de complementario el 19 y como reintegro el 1. «Le ha cambiado la vida a él y a su familia», dice sonriente José Manuel, quien asegura que cuando se enteró de que había repartido el premio le invadió una mezcla de sentimientos. «Mucha ilusión, mucha felicidad también y algo de nerviosismo».

Incesante goteo de parroquianos, de frases como «enhorabuena Manuel» o «quién los pillara», y especial nerviosismo entre quienes comprobaban los boletos mientras el conocido lotero del barrio les soltaba un «quién sabe, igual eres tú» se han sucedido durante toda la mañana porque hoy en La Victoria no se habla de otra cosa. Hay una ambiente de especial ilusión por la alegría de saber que alguien cercano se ha hecho millonario. «Es alguien del barrio seguro, cliente habitual y de cierta edad. Aquí al ser un punto de venta de lotería de barrio el 90% son de aquí de toda la vida», dice José Manuel sin parar de atender y despachar boletos.

Ha sido el premio más grande que ha dado en sus cuatro décadas al otro lado del mostrador. «No sé quién es pero si lo supiera tengo claro que mantendría el secreto profesional como cuando he repartido otros premios de la Lotería Nacional, el Quinigol, premios de 100.000 o 60.000 euros o de cantidades menores», asegura.

Anoche la noticia le pilló cenando, «me llamó un conocido de Medina del Campo que siempre anda al loro y luego ya empezaron a avisarme en el grupo de WhatsApp que tenemos las administraciones. Lo bueno es que le ha arreglado la vida a una familia», reitera.

Igual le cae algún regalo por repartir el premio, «eso sería lo ideal», bromea González, lo que sí tiene seguro es lo que haría él si fuese el agraciado. «Bajaría la persiana y a vivir», dice sin dudar.

En las calles aledañas a su quiosco, donde hoy muchos se acercan para felicitar al 'repartidor' de fortuna imaginan qué harían con esa cantidad. «Pagaría la hipoteca, me compraría una casa más grande, viajaría -a Disneyland- le interrumpe su hija pequeña y calcularía bien cuánto es en realidad porque ni lo sé», dice Arancha Sastre, que conoce al lotero «de toda la vida, desde pequeña que venía al quiosco».

Están los que como ella necesitan pararse a calcular para qué les daría y echar cuentas si se pude dejar de trabajar o los que directamente piensan en la familia, «para mis tres hijo y luego ya para mí y para la gente que lo necesita también. Es importante acordarse de todos», asegura Octavio Hortelano, en un bar cercano. En esa línea Fernando Morante, vecino del barrio, «no sé... supongo que organizar viajes, repartir entre la familia y ayudar a las hijas», asegura el trabajador de una biblioteca al que le queda poco para jubilarse, «me lo tendría que pensar, me encanta mi trabajo», finaliza.

Junto al local de la calle Júpiter que hoy acapara la atención, Valentín Nieto, un joven en la veintena asegura que se tomaría «una semana de descanso» para pensar bien qué hacer con el premio y cómo gastarlo. «Primero una casa, luego un coche lo demás ya se vería», comenta.

Sagrario Portillo y Tomás Sánchez, un matrimonio jubilado que pasea por la zona se cambiarían «a una casa más pequeña, que dan menos trabajo», dice ella y añaden «también para un apartamento en Málaga donde vive nuestro hijo», finalizan.

Hoy muchos son los que sueñan en qué gastarían ese dinero si les sucediese como al vecino de La Victoria al que le ha cambiado la vida de la noche a la mañana gracias al premio millonario y también son muchos los que compran boletos anhelando dar con esa combinación ganadora y con la ilusión como le dicen a Manuel de ser los agraciados. «El próximo soy yo, ya lo sabes», bromean con el lotero sus clientes.