Lección inusual en la morgue
El especialista en medicina legal Aitor Curiel instruye a los alumnos del VI Seminario Internacional de Criminología, que se celebra en Valladolid, con una autopsia real
Mujer, de apenas 150 centimetros de altura, más cerca de los ochenta que de los setenta años, delgadez extrema, de entre 40 y 50 kilos ... de peso. Causa de la muerte: posible fracaso multiorgánico. ¿La hora del deceso? Indeterminada: se trata de un cadáver donado a la ciencia que lleva mucho tiempo en conservación. Llegó a la Facultad de Medicina en julio de 2018. Etiología: muerte natural, no violenta. «Ese es el resultado del 25% de todas las autopsias que se realizan, la muerte natural. El resto, son violentas y de ellas, los suicidos, cuyo número ya ha superado a los accidentes», explicó el doctor Aitor Curiel a los alumnos. El profesor les animó a tener los ojos bien abiertos, a hacer una revisión exterior detenida del cuerpo y a no dar nada nunca por supuesto. «Antes de dar por terminado el examen externo, vamos a dar la vuelta el cadáver, no vaya a ser que hubiera sido apuñalada por la espalda o tiene un disparo», les indicó, no sin cierta sorna, a los participantes en el taller con el que se estrenó ayer el VI Seminario Internacional de Criminología, una autopsia en directo con un cadáver de verdad.
Una oportunidad que es «un auténtico lujo», comentó el responsable del departamento de Anatomía y Radiología, el doctor Juan Francisco Pastor Vázquez, quien subraya que «disponer en los cursos de posgrado de Traumatología de un cadáver fresco da mucho prestigio a la Facultad de Medicina de Valladolid. «Para los alumnos, salvando las distancias, es como entrar en los grandes circuitos de rock. La gente empieza a hartarse de los muñecos y de la realidad virtual. No se puede comparar con poder diseccionar un codo o una rodilla de verdad».
Las tres preguntas
La amplia y luminosa sala de disección está justo un piso por encima de la morgue donde tradicionalmente se vienen realizando las autopsias judiciales en Valladolid, aunque el Instituto de Medicina Legal está desde hace poco tiempo ubicado en la calle Doctor Cazalla. Ayer, los alumnos del VI Seminario Internacional de Criminología y Ciencias Forenses llegados de todas partes, desde Málaga a Galicia, pasando por Alicante y provincias vecinas como Zamora, tuvieron la oportunidad de asistir a una inusual autopsia «judicial» en directo y de manipular (algo a lo que solo unos pocos se atrevieron) un cadáver para tratar de responder a las tres preguntas clave de cualquier informe forense: de qué se ha muerto, cuándo y por qué. «A no ser que se trate de un homicidio, la autopsia médico legal es poco fina: abrir, coger muestras y mandarlas. Se emplea muy poco tiempo, puede durar de 45 minutos a hora y cuarto», desmitificó el criminalista.



Tras el examen externo, comenzó lo más difícil para los alumnos, algunos de los cuales se alejaron prudentemente de la mesa, aunque todos consiguieron mantener el tipo con las mascarillas. El doctor Curiel utilizó la técnica más frecuente en España, el método Virchow, una incisión central conjunta del tórax y abdomen y les aconsejó «dejar el cuello para el final» para no destruir pruebas de estrangulamiento. Y ojo a los ojos en la posterior recogida de muestras para enviar al Instituto Anatómico Forense: el humor vítreo es importante, porque indica si hubo consumo de estupefacientes, alcohol o medicación.
Tras la intensa lección de anatomía forense, los alumnos del seminario recorrieron el museo anatómico, con sus colecciones de ciencias biomédicas. Modelos desmontables de partes del cuerpo en distintos materiales, rarezas en formoles, maletines de forense, botica, instrumental y aparataje de rayos X como el que usaba madame Curie llenan un espacio que se queda pequeño para tanta evolución histórica y técnica de la medicina. En la sección de anatomía comparada, a la que el profesor Pastor Vázquez ha dedicado un cuarto de siglo, con 6.130 esqueletos de 1.440 especies de peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos hay hasta el chasis óseo de una jirafa del extinto zoo de Matapozuelos.
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