Voluntarios de Entre Todos Ayudamos con el párroco de la iglesia de San Vicente de Paúl, Natalio Calvo. Laura Negro

Juguetes que cambian vidas

SOLIDARIDAD ·

Los miembros de la agrupación vecinal Entre Todos Ayudamos, del barrio de La Victoria, entregan más de 3.000 regalos a 240 niños de 190 familias vallisoletanas sin recursos

Laura Negro

Valladolid

Martes, 4 de enero 2022, 07:23

Ya antes de la pandemia, muchos vallisoletanos atravesaban por una situación económica complicada. Ahora, tras seis olas de este virus implacable, están totalmente sumergidos en ... la precariedad. Tanto, que incluso les resulta difícil que los Reyes Magos visiten sus hogares en estas fechas.

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Los miembros del grupo vecinal Entre Todos Ayudamos, con sede en el barrio de La Victoria, saben que son la última esperanza de muchas familias para conseguir algún juguete que haga felices a sus pequeños. Diego Reglero, Mila Díez y Raúl Monné son coordinadores de esta plataforma solidaria y juntos han organizado, por sexto año consecutivo, la campaña 'Ningún niño sin regalo'. Ellos, ayudados por otros muchos voluntarios, se han pasado meses recogiendo, desinfectando, clasificando y envolviendo juguetes nuevos y de segunda mano.

El 24 de diciembre la agrupación consiguió que Papá Noel repartiera regalos a 83 niños de 67 familias de La Victoria y Huerta del Rey. Unos días más tarde hicieron felices a 35 pequeños de la parroquia de Santa Teresa, en La Rondilla. Este pasado domingo, en la iglesia de San Vicente de Paúl, todo eran sonrisas y caras de felicidad. Melchor, Gaspar y Baltasar, más solidarios que nunca, llegaron bien cargados para sorprender a muchos más chiquillos vallisoletanos. En total han repartido más de 3.000 juguetes que han alegrado a 240 niños de unas 190 familias vulnerables de la capital y la provincia, muchos de ellos remitidos a través de los CEAS y de otras asociaciones benéficas que conocen la labor de estos vecinos de La Victoria.

Alba González (11 años) con sus regalos y su madre, Amparo Arranz. L. N.

«Empezamos en agosto a preparar todo. Son muchos meses de trabajo, pero el esfuerzo merece la pena al ver estas caras de felicidad», explicaba Diego, representante de Melchor. «Este año se han implicado muchos colegios, asociaciones y comercios para la recogida. Estamos muy agradecidos por la gran la red de solidaridad que hemos creado. La pandemia ha hecho estragos en muchas familias y las ayudas no llegan. Actualmente, desde el grupo estamos dando soporte a 311 familias de forma continuada, con ropa y alimentos. Pero cada vez lo tenemos más difícil, porque nos llega menos comida para poder donar», añadía este solidario vecino.

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Cuando solo se pide una muñeca

Cochecitos de muñecas, guitarras, libros, peluches, puzles y juegos de mesa… El sótano de la parroquia citada de Huerta del Rey estaba a reventar de paquetes. Natalio Calvo, el párroco, se mostraba encantado por la iniciativa. «La labor que hacen estos vecinos es encomiable. Trabajan muchísimo para que los menos favorecidos lo pasen un poquito mejor en Navidad. Hasta hace poco guardaban en sus casas los juguetes, comida y ropa que la gente donaba. Era inviable y por eso desde la parroquia les cedimos el sótano para que trabajasen de forma más cómoda», decía sonriendo.

La que también tenía una sonrisa en su cara era Azucena Redondo, al ver que su hija Ayla recibía un regalo de Reyes adelantado. «Soy madre soltera, no tengo ayudas de ningún tipo. Gracias a Entre Todos Ayudamos tengo ropa y juguetes para mi niña, tanto en Navidad como en su cumpleaños. Ella es muy consciente de la situación y solo ha pedido una muñeca», explicaba. Sergio Fernández y Desiré Palomares también acudieron a por juguetes para su pequeño Dylan, de ocho meses. Ambos llevan un año en paro y su situación empieza a ser desesperada. «Pedimos el Ingreso Mínimo Vital, pero no nos lo han concedido por vivir con mis padres», lamentaba él. «Por un fallo burocrático, tampoco nos aceptaron la Renta de Garantía. Son las primeras Navidades de nuestro niño y gracias a la familia no le falta de nada, pero para nosotros supone una gran ayuda recibir un regalo para él», proseguía.

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Los pequeños contagian de felicidad e ilusión tanto a sus padres como a los voluntarios

Raúl, Diego, Mila y el resto de voluntarios organizaron una recogida segura. Hicieron turnos, para que las familias no se concentraran a la misma hora. «Me encanta ver a los niños tan felices. Ellos se ilusionan con cualquier cosa. No son nada caprichosos. Solo quieren algo con lo que jugar», indicaba Raúl. Yaiza y Begoña son dos de las voluntarias que pasaron la tarde del domingo con ellos. «Es una pena que la pandemia no nos deje disfrutar como nos gustaría. En condiciones normales, esto sería una gran fiesta», aseguraban «encantadas de ver las caras de los niños».

Buena muestra de esa felicidad era Alba González, una niña de 11 años que recibió un pequeño joyero lleno de alhajas y un cerdito de peluche. «¡Me encanta! ¡Muchísimas gracias!», exclamó. Su madre, Amparo Arranz, agradecía el gesto: «Soy divorciada y trabajo algunas horas mientras la niña está en el colegio. Me resulta difícil conciliar. Ella está concienciada y toda la ropa que le queda pequeña y los juguetes que no usa, los dona para hacer felices a otros niños. Estoy muy contenta de ver tan ilusionada a mi hija».

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El pequeño Dylan, de ocho meses, con sus padres Sergio Fernández y Desiré Palomares. L. N.

También estaba muy emocionada Mónica Carrión al ver contentos a sus pequeños Adrián y Hugo, de ocho y dos años respectivamente. «Somos una familia monoparental y yo trabajo a media jornada. Red Madre me informó de que podía solicitar los juguetes a través de Entre Todos Ayudamos y estoy encantada. Cobro el Ingreso Mínimo Vital y que ellos reciban estos regalos es una gran ayuda para mí y una enorme ilusión para ellos», apuntaba.

Candela, de tres años, fue una de las más expresivas al recibir un libro de sus dibujos animados favoritos. «Su papá está en paro y yo trabajo a media jornada. Esto nos ayuda a celebrar una Navidad con regalos y que la niña no vea lo que falta en casa», señalaba su madre, Olga Puentes. También Anjara Reyes se mostraba satisfecha de ver a su hijo Josías tan encantado. «Es el tercer año que venimos. Yo dono cuando tengo y cuando no tengo, recibo. Esta agrupación de vecinos me ha dado mucha comida, ropa para el niño y material escolar. He vivido etapas muy duras y gracias a ellos, he salido a flote. Hacen que se cumplan los sueños de muchos niños», agradecía.

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