Jennifer Silva, en la sede de Procomar. JOSÉC. CASTILLO

Jennifer Silva, enfermera en Valladolid: «No puedes trabajar sin un papelito que diga que tu formación vale en España«

La joven, titulada en Venezuela, su país natal, espera desde hace meses la convalidación de su título para poder ejercer en España

Víctor Vela

Valladolid

Viernes, 23 de abril 2021, 20:49

Jennifer Silva, 33 años el próximo 20 de abril, un hijo de cuatro, está pensativa. Hay una palabra que le da vueltas en la cabeza ... y no termina de encontrar. Podría ser desánimo, pero no. ¿Desilusión? No, no. Tampoco. «Frustración», sí. «Es frustración», dice Jennifer cuando se le pregunta por cómo se siente, por cómo se asume que su formación académica (Enfermería, cinco años en la Universidad Rómulo Gallegos de Venezuela) no vale nada si no tiene un sello que lo reconozca.

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«Tienes todos los conocimientos, las habilidades, la experiencia... pero no puedes demostrarlo ni trabajar si no dispones de un papelito que diga que sí, que tu título vale en España», cuenta Jennifer. Terminó la carrera en 2017 y apenas unos meses después salió de Venezuela con una solicitud de protección internacional.

Vivió primero en León capital. Desde diciembre se ha instalado en Valladolid. Aquí en España ha trabajado en corte y confección («nunca pensé que lo haría») y en el cuidado de personas mayores. «Esto a lo mejor tiene más que ver con lo que he estudiado: atención sociosanitaria, dietas, dosificación de medicamentos». Pero su formación (con especialidad quirúrgica) le permitiría asumir otras tareas.

Desde hace año y medio está a la espera de que su solicitud de homologación se resuelva. «Presenté todo lo que se me pedía y más. El título, el programa de las asignaturas y los créditos, la síntesis curricular. Todo. Incluí lo que pedían y más, para que no tuvieran que parar el proceso porque faltaba documentación. Hay una web donde puedes abrirte una cuenta para ver cómo va, pero no informan de nada. De si está todo ok, de si queda mucho para que te digan algo. Es frustrante saber que puedes hacer más de lo que haces y no puedes», comenta Jennifer, ahora en paro. «Vives en la incertidumbre. Si te homologan, todo se estabiliza más, sientes los dos pies en el suelo y puedes empezar a caminar, a correr... Pero todo se complica cuando dependes de una firma, de un sello, de un papel...».

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