Isabel Díaz Ayuso: «En Cataluña ha habido un error colectivo. Todo el mundo ha cometido dejación»
La dirigente del PP participa en un acto del partido en Valladolid sobre mujer y liderazgo y coincide con Alfonso Fernández Mañueco en pedir que se armonicen impuestos «a la baja»
Ha acompañado a candidatos populares en Ávila y Valladolid en los últimos días. Isabel Díaz Ayuso (Madrid, 1978), presidenta de la Comunidad de Madrid, resalta que le unen «raíces familiares y un profundo amor» por Castilla y León y por eso ha arropado al PP vallisoletano en un acto sobre mujer y liderazgo. «Me gusta decir que quiero combatir el machismo ('pequeños reductos', matizó), pero no a los hombres», subrayó la dirigente del PP al concluir su intervención. La madrileña defendió que «hace España» todos los días, desde su despacho oficial de la Puerta del Sol y confió en que Pablo Casado encabezará el 10-N la opción más votada por los electores y podrá «devolver a España a la senda que necesita».
–Participa junto a Alfonso Fernández Mañueco en un acto sobre mujer y liderazgo y presiden los dos gobiernos autonómicos con menos consejeras, ¿no han encontrado mujeres suficientemente preparadas para incorporar a sus equipos?
–Lo que no he hecho es seleccionar a una mujer por el hecho de serlo y entre mis directores y viceconsejeros hay muchísimas mujeres, nunca he tomado el papel de la mujer como una suerte de ventaja o de inconveniente. Nosotros no elegimos por cuota.
–¿Qué camino otea para solucionar el conflicto territorial que se vive en Cataluña?
–Creo que en Cataluña ha habido un error colectivo. Todo el mundo ha cometido una dejación en Cataluña, los políticos desde el Congreso, los políticos catalanes, los profesores, el mundo de la cultura, la sociedad civil... Desde hace largo años, todo el mundo ha mirado hacia otro lado. Ha habido una gestión del sentimiento nacionalista para perpetuarse tapando casos de corrupción, muchos empresarios han mirado para otro lado cuando esto ha sucedido, muchos profesores han adoctrinado en las aulas, muchos alumnos se han dejado adoctrinar, muchos otros han mirado para otro lado sin criticarlo, muchos intelectuales se han aprovechado de la causa nacionalista para tener ventajas. Ha sido una culpa de todos, de los partidos nacionales y autonómicos y la solución viene por parte de todos. Han generado una inmensa frustración, han prometido un país que no existe, una república que no puede llegar y se han encaminado hacia un golpe de estado. Ahora hay que buscar una convivencia para que en las familias vuelva a haber el diálogo de antaño, mientras los políticos ponemos soluciones para que no vuelva la fábrica falsa de independentismo.
«Vamos a seguir siendo una comunidad solidaria, que aporta al fondo común, pero sí pedimos al resto que recibe que no malgaste ese dinero»
Financiación autonómica
–Comparte cohabitación política con Cs, como Fernández Mañueco en Castilla y León, ¿Está satisfecha de la aportación 'naranja' a la gestión de Madrid?
–Si no fuera por Cs no gobernaríamos. Cs necesita al PP y nosotros a ellos. Lo que tenemos que hacer es buscar puntos de unión para que cumplan los compromisos que adquirimos y firmamos. Los comienzos de gobierno nunca son fáciles, ni siendo del mismo color. El resultado va a ser muy bueno.
–En Castilla y León, el PP sorteó en esa ecuación a Vox, apoyo que a usted le costó sumar, ¿cuál es la clave de un Gobierno en el que siempre hay que contar con un tercero en discordia?
–El respeto a los votantes de los tres partidos. Soy presidenta de la Comunidad de Madrid gracias a Cs, Vox y sobre todo el PP y tengo que hacer todos los días políticas para que los votantes de los tres partidos, en la proporción a la confianza que me han dado, se sientan representados.
–Tiene usted un papel bastante activo en los actos preelectorales de Castilla y León (en Ávila, Valladolid...), ¿Qué cree que aporta a los compañeros de esta comunidad?
–Me une un profundo amor a Castilla y León, raíces familiares y amistad. Creo que los presidentes autonómicos no podemos gobernar pensando solo en nuestra autonomía. Formamos parte de un gran puzle familiar que es España.
–¿El escrutinio del 10-N puede tener repercusión en los pactos autonómicos?
–En principio, nada cambia.
–¿Ni siquiera si la única opción de gobernabilidad implicara a Rivera y Sánchez?
–Yo no tengo duda de que mi compromiso es dejar una comunidad de Madrid mejor de la que encontré y, mientras que cumplamos nuestro acuerdo, las cosas siguen igual.
–Defiende una armonización fiscal a la baja, ¿cree que es posible más allá de Madrid?
–Cada comunidad tiene libertad para gestionar su hacienda como mejor considere. Yo considero que para Madrid la mejor fórmula es bajar impuestos cuando es posible. Es la manera de que más personas coticen. No pueden igualarnos al alza al resto de las comunidades. Si armonizar es subir los impuestos a Madrid, me tendrán en contra.
–Los empresarios de Castilla y León, cuando usted hizo el anuncio de una rebaja fiscal histórica, hablaron de competencia desleal. Hay comunidades más despobladas y con menos contribuyentes que quizá no puedan seguir ese ritmo...
–Yo no compito con Castilla y León, compito con Reino Unido o Portugal.
–¿Es partidaria de aplicar el criterio de coste efectivo en el reparto de la financiación autonómica? ¿De reconocer el efecto en la factura de los servicios del envejecimiento, la dispersión o la extensión?
–Soy consciente de que hay comunidades que tienen dificultades añadidas por su tamaño o por se insulares y veo bien que el sistema de financiación lo tenga en cuenta. Vamos seguir siendo una comunidad solidaria que aporta al fondo común, pero sí pedimos al resto que recibe que no use ese dinero para malgastarlo. En Madrid hay un millón de habitantes que no se reconocen en la financiación autonómica, estamos infravalorados. Pero prefiero hablar de qué aportamos todos juntos.
–¿Qué espera el 11 de noviembre, el día después del escrutinio?
–Espero que el PP de Castilla y León gane todo y saque el mayor número posible de diputados y senadores. Es un partido que, cuando es fuerte, España lo es más.
–Madrid es una plaza competida, afrontan unas elecciones tras una etapa en la que sus antecesores Gallardón, González, Cifuentes y Aguirre están inmersos en instrucciones judiciales, ¿cómo analiza lo que ha pasado en el PP madrileño y en la Presidencia de la comunidad?
–Yo quiero seguir transformando Madrid como lo han hecho mis antecesores: tenemos la política fiscal más baja de España, una educación bilingüe, doce hospitales públicos nuevos, han transformado Madrid. Eso también es el legado del PP de Madrid.
–¿Y los tropiezos judiciales no considera que deslucen lo que usted intenta destacar?
–Evidentemente no ayudan, pero ahora mismo lo que hay son instrucciones larguísimas abiertas desde hace larguísimos años y lo que yo defiendo es la presunción de inocencia y que la Justicia siga trabajando con la independencia que caracteriza a la española.
-¿Se atreve con un pronóstico de escaños para la noche de 10 de noviembre?
–Vamos a estar entre los 110 y los 120 diputados. El PP será primera fuerza y con muchas probabilidades de formar Gobierno y devolver a España a la senda que necesita. Un proyecto unido de país.
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