Investigada por no cuidar ni llevar al veterinario a su perro, al que colgaba la lengua y el labio
La voluntaria de una protectora le recogió con lesiones, mal olor y movilidad reducida y se ha confiscado un segundo animal
Agentes de la Policía Nacional de Valladolid investigan a un mujer de 50 años como presunta autora de un delito de maltrato animal contra un perro, al que le colgaba la lengua y el labio por la ausencia del hueso de la mandíbula y tenía la movilidad reducida debido a la deformidad de sus patas. Tras todo ello, tuvo que ingresar cinco días en una clínica.
Publicidad
La investigación se inició el 7 de febrero de este año a raíz de que el Servicio Veterinario del Centro Municipal de Protección Animal informase del caso a la Policía Nacional. Los hechos se produjeron a finales de noviembre de 2021, cuando la voluntaria de una protectora de animales recogió en el centro de Valladolid a un perro, de raza mestiza y con lesiones aparentes en la cara, y lo trasladó a un centro veterinario, donde se comprobó con el lector de microchip que tenía dueña. Fue trasladado al centro municipal.
La asociación protectora consiguió que el animal fuese cedido voluntariamente por su propietaria para prestarle asistencia veterinaria inmediata. Del informe veterinario se pudo determinar que el can tenía una fractura antigua mandibular, con nudos de pelo adheridos a la piel cubriendo los ojos por completo, presencia de pus en la boca y una ligera anemia. Al animal, además, tuvieron que extraerle dos piezas dentarias.
Los agentes, tras analizar los informes veterinarios, concluyeron que el animal presentaba signos evidentes de «grave desatención con menoscabo físico severo», ya que no se le había suministrado la asistencia veterinaria necesaria.
Olor nauseabundo
Al mismo tiempo, la voluntaria de la asociación manifestó a los agentes que cuando recogió al animal desprendía un olor nauseabundo, le colgaba la lengua y el labio por la ausencia de mandíbula y gemía de dolor ante cualquier movimiento.
Publicidad
Esta añadió en su declaración que la investigada le había dicho que no le llevó al veterinario porque era mayor y, como se iba a morir, no estaba padeciendo ningún dolor. El centro de protección animal ha confiscado cautelarmente al segundo perro que tiene la investigada en su domicilio del centro de Valladolid.
3€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión