Patricia Nieto: «La investigación es el único camino para luchar de forma eficaz contra el cáncer»

Los pasos solidarios que miles de vallisoletanos darán el próximo domingo ya tienen destino. La sede provincial de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) ha elegido el proyecto de la investigadora Irene Ferrer como beneficiario del dinero que se recaude en la marcha que este domingo reunirá a cerca de 50.000 personas. Patricia Nieto, responsable de gestión de los proyectos investigadores que desarrolla la AECC en toda España, subraya la relevancia que para la entidad tiene la caminata más multitudinaria del país.

–¿En qué trabaja la doctora Ferrer?

–Su proyecto está centrado en el cáncer de pulmón : el más frecuente tanto desde el punto de vista de los diagnósticos como, desgraciadamente, en el número de muertes.

–¿Por qué?

–Cuando se diagnostica el cáncer de pulmón, suele estar en estadios muy avanzados, por lo que ya no se puede operar o, desgraciadamente, las terapias que tenemos ahora mismo no son eficaces en estas fases. Solo se pueden operar en torno al 20% de los casos diagnosticados. Así que hay un 80% que hay que tratarlos. Y los tratamientos actuales no logran aumentar la supervivencia.

–De ahí la importancia de la investigación.

–El cáncer de pulmón está directamente relacionado con el consumo tabáquico, con el hábito del fumador. El tabaco provoca una reacción inflamatoria en nuestras vías aéreas.Y esto hace que se produzcan ciclos de daño-reparación, daño-reparación, que contribuyen al desarrollo tumoral. La inflamación está implicada también en otros tipos de cáncer, como páncreas, que también tiene una supervivencia muy baja, cáncer gástrico, de colon. Los posibles resultados que se obtengan de este proyecto afortunadamente puede que sean extrapolables a otros tipos de cáncer y beneficien incluso a un número mayor de personas.

–La premisa de la doctora Ferrer...

–Su grupo de investigación trabaja en un factor implicado en esta reacción inflamatoria. Ya ha visto que esa proteína podría ser utilizada como un marcador diagnóstico. Es decir, podría ayudar al médico a determinar qué tipo de cáncer tiene esa persona. Pero también están evaluando cuál sería su potencial como pronóstico para decir cómo va a evolucionar esa enfermedad (si va a ser más o menos agresiva), y lo que es más importante, determinar si el bloqueo de esta proteína podría ser una buena estrategia terapéutica para tratar a estos pacientes.

–Todos estos procesos de investigación serán lentos...

–Desgraciadamente son muy lentos porque necesitamos cubrir todas las fases necesarias para identificar y validar estas estrategias terapéuticas. Primero se hacen en modelos 'in vitro', con células que tienen unas determinadas alteraciones que nos interesa estudiar, y que se mantienen y crecen en placas de cultivo. Luego se pasa por modelos 'in vivo', con animales de laboratorio. Y más tarde tendrían que desarrollarse fármacos y cumplir todas las fases de los ensayos clínicos: primero se prueban a muy pequeña escala para ver que no son tóxicos, y luego se van ampliando para comprobar que producen el efecto deseado. Porque muchas veces lo que se observa en el laboratorio no es reproducible en humanos.

–Cada pequeño paso será una victoria...

–Siempre decimos que cabalgamos a hombros de gigantes. Cada pequeño pasito pone las bases para el siguiente, que son igualmente necesarios e importantes. La investigación a nivel de ciencia básica, de conocer cómo funciona nuestro cuerpo es esencial para diseñar estrategias de cura para las enfermedades que nos afectan.

–¿En qué fase está ahora ese trabajo?

–Irene comenzó su proyecto en 2018. El año pasado una serie de expertos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) revisó su desarrollo y aprobaron la renovación de su ayuda con una calificación de «excelente», lo que quiere decir que este proyecto está dando resultados robustos y que merece la pena seguir financiándolo.

–O sea, costoso en tiempo...

–Y en dinero. Tenemos que pensar en los salarios de los investigadores, los reactivos, el mantenimiento de las células, los animales y de todos los equipos que son necesarios para llevar a cabo la investigación.

–¿El dinero de la marcha de Valladolid va directamente para financiar este proyecto?

–Eso es. Pero es que la sede de la Asociación Española Contra el Cáncer en Valladolid colabora con el apoyo económico a las más de 380 ayudas que tiene activas la AECC, que intentan cubrir todos los tipos de cáncer y todas las fases de esta enfermedad, desde la prevención, el diagnóstico, tratamiento, etc. La sede vallisoletana de la AECC apoya de forma estable y sólida la investigación en cáncer promoviendo, además, la investigación local. La Sede Provincial de la AECC en Valladolid convoca además, de forma anual, becas predoctorales para que jóvenes investigadores puedan realizar un proyecto de investigación de cáncer en la provincia. Esto es muy importante, porque se trata de la semilla del talento investigador, el apoyo a nuestra cantera de científicos en España. Lo cual es vital, porque el único camino para luchar contra el cáncer es la investigación.

–¿Y la prevención?

–Es fundamental. Hay determinados hábitos de vida que están directamente relacionados el desarrollo de determinados tipos de cáncer y que podemos evitar. Una de las principales misiones de la AECC es informar y concienciar a la sociedad acerca de los mismos. Con respecto al cáncer de pulmón, todos sabemos que el principal causante es el tabaco. Pero hay otros tipos de cáncer que están asociados con otros factores, como el melanoma y la exposición solar sin protección (tanto en verano como en invierno), determinados tipos de cáncer de hígado y el abuso del consumo del alcohol y otros con la ingesta excesiva de azúcar.