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«Son labores de mantenimiento rutinarias», una revisión, en definitiva, pero llamativa, desde luego. Una cesta con un operario colgada del brazo extendido de una ... grúa de gran tonelaje, colocada en el patio de armas de la Academia de Caballería, se ha colado en la mañana de este jueves en las imágenes tomadas desde la plaza de Zorrilla del monumento, sin duda, más fotografiado de la capital.
Allí, en el pináculo que corona la torre del centenario recinto militar, cuya primera piedra fue colocada el 4 de mayo de 1921 por los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, un operario ha llevado a cabo las llamativas «labores de mantenimiento» del pináculo acristalado de la torre central desde la cestilla suspendida del brazo de la grúa. Una labor a más de treinta metros de altura.
La escena era visible desde el punto de vista habitual de las fotografías, desde la fuente de Zorrilla (en pruebas este jueves), de un monumento, de cuya construcción hace algo más de cien años y que el año que viene cumplirá un siglo exacto de vida, si se tiene en cuenta como efemérides la inauguración de la primera fase del imponente edificio, ocurrida el 1 de abril de 1924, cuando el primer centenar largo de cadetes comenzó a alojarse en el ala destinado al internado. La academia como tal estaría rematada con su aspecto actual un lustro después.
La construcción de la Academia de Caballería, que sustituiría al desaparecido Octógono, devorado por las llamas el 26 de octubre de 1915, comenzó a finales de 1920. Unos meses después, el 4 de mayo del año siguiente, la capital se engalanó para recibir a los reyes, Alfonso XIII y Victoria Eugenia, protagonistas del acto de colocación de la primera piedra de la academia.
Al día siguiente (5 de mayo), con epicentro en la explanada del Campo Grande, justo enfrente, tuvo lugar la entrega del estandarte a la academia, donado por la reina, en acto «único en los anales de la vida vallisoletana», según recogía la crónica sobre la efeméride de este diario, quien ahondaba en que Valladolid revivió aquella jornada «el prestigio de los días heroicos, de los días de apogeo imperialista y marcial».
El caso es que aquellos 4 y 5 de mayo de 1921 se colocó la primera piedra del hoy foco de las cámaras de los visitantes de la capital, en cuya cúspide se ha colado este jueves una cesta colgada de una enorme grúa.
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