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Sofía Fernández
Tudela de Duero
Lunes, 1 de marzo 2021, 07:16
A estas alturas los pliegos y las negociaciones estarían sobre la mesa de decenas de pueblos de la provincia que ultiman sus detalles y cierran ... contratos meses antes de la esperada llegada de sus fiestas patronales, donde verbenas y toros son los pilares fundamentales de las celebraciones. En este sentido, la covid canceló cualquier plan el año pasado, echando por tierra los planes de futuro de cientos de empresas desde mediados de marzo. Ha pasado casi un año y nadie se atreve si quiera a plantear eventos, hablar de fechas o proponer de forma oficial alternativas de carácter festivo bajo una situación de pandemia. Ni Ayuntamientos, ni ganaderías, ni empresas dedicadas al mundo del espectáculo pueden mover ficha ante el silencio de las administraciones y la incertidumbre y el desarrollo imprevisible de esta pandemia hace que el futuro de ganaderías, empresarios y orquestas se presente negro un año más.
Hay pueblos que directamente no se plantean la idea de fiestas, sobre todo los que celebran sus días grandes en apenas tres meses, como es el caso de Valdestillas, uno de los primeros pueblos con ciclo taurino. «Nuestras fiestas coinciden con el fin del estado de alarma y aunque aún no es oficial no nos planteamos nada respecto a todo lo relacionado con orquestas o festejos taurinos. Hemos reservado una partida más pequeña por si en septiembre se puede hacer algún evento, pero todo dependerá de que la situación que haya nos dé seguridad», explica su alcalde, Alberto Sanz.
Por esas fechas Arroyo de la Encomienda celebraría sus fiestas y desde la Concejalía de Cultura están planteando «en la medida que se pueda» la realización de actividades de entretenimiento, tanto musicales como taurinas, con aforos controlados en espacios acotados al aire libre y mediante invitación previa. «Todavía no hemos empezado contrataciones y aún no sabemos si se suspenderán o habrá actividades, aunque lógicamente no será ni parecido nuestra idea es ofrecer actividades durante mayo y junio relacionadas con las fiestas con el fin de evitar aglomeraciones. Dirigir actividades cada día a un público en concreto y en caso de organizar algo taurino, que sea a puerta cerrada. Estamos trabajando con varios planes, pero no se pueden tomar decisiones porque la situación es muy cambiante», puntualizan.
En cierto modo la esperanza aumenta en el caso de las localidades que rinden homenaje a su patrón a finales de verano como sucede en Medina del Campo, pueblo que está valorando actividades más controladas como pueden ser novilladas o festejos serios en la plaza de toros. «Hay previsión de reinventarse para ofrecer algo a los vecinos de forma segura, como hicimos el verano pasado con actividades musicales o culturales controladas y que fueron del agrado de la gente», explica la concejala de Festejos, Conchi Lucas.
Desde el Consistorio estudian si ofrecer conciertos con el público sentado, novilladas, cortes o capeas en la plaza de toros a puerta cerrada, «qué mejor sitio para poder guardar las medidas de seguridad, al aire libre y con varios accesos en los que poder mantener distancias y aforos. El año pasado contratamos empresas de entretenimiento con su propia seguridad que se encargaban de todo y quedamos muy satisfechos. Ofrecer algo durante esos días es una buena manera de reactivar la economía siendo responsables en todo momento».
La misma idea comparte el alcalde de Peñafiel, Roberto Díez. Las fiestas allí son a principios de septiembre y juegan con más tiempo en el calendario, por lo que han decidido dejar el 100% del presupuesto con la mirada pendiente en cómo evolucionan los casos y transcurre la vacunación. «El año pasado no hicimos nada, pero este si la situación mejora habrá fiestas, eso sí mucho más restringidas cambiando orquestas por actuaciones más pequeñas a lo largo de todo el día en las que haya personal de control y lo mismo sucederá con los festejos taurinos: esperaremos hasta el último momento y lo contrataremos directamente».
Laguna de Duero, Peñafiel, Portillo y Tudela de Duero se suman a la lista de pueblos que aún no han perfilado cómo celebrarán sus días grandes, porque incertidumbre es la palabra más repetida en decenas de municipios de la provincia que a estas alturas habrían cerrado contratos. «Lo fundamental es que los ayuntamientos presupuesten para fiestas, porque el sector taurino, de la hostelería, el de las orquestas y el sector cultural no pueden seguir desangrándose. Hemos dejado 140.000 euros para Tudela y más de 40.000 euros para Herrera esperando a ver cómo evoluciona la pandemia. No se puede condenar a que esta gente económicamente desaparezca y se pueden hacer muchas actividades controladas, las administraciones a nivel regional tienen que hablar claro en este sentido», explicaba, Luis Javier Gómez, alcalde de Tudela de Duero.
Y es precisamente el silencio por parte de las administraciones y la ausencia de contrataciones la principal problemática que encuentran en estos difíciles momentos los ganaderos de la zona y las orquestas que viven de forma directa de las celebraciones patronales.
La ganadería Toros Taru lleva al frente del sector casi 30 años y no recuerda un momento tan crítico como este. «La crisis del 2008 se notó mucho, pero es que ahora directamente no nos dejan trabajar y el futuro si esto sigue así es inviable, los ganaderos de lidia estamos trabajando como podemos, pero si no hacen nada por cambiar la situación no vemos continuidad en el negocio», explica Marta Martínez al frente de la empresa. Su marido, el popular ganadero Luis Antonio Rodríguez, 'Taru', lamenta los «favoritismos» que ha dado la Junta a la hora de adjudicar los festejos «sin sacarlos a concurso para que puedan optar los ganaderos y empresarios de la zona y sin contar con los festejos populares, porque ha habido una reunión con la Fundación Toro de Lidia y no hemos tenido ni representación. Es una sentencia de muerte al toreo de talanquera y nos vemos desprotegidos. Somos el pilar de la fiesta nacional, ya que el 90% de los toros se lidian en festejos populares y nos lo quieren abolir. Están aprovechando el momento para acabar con nosotros. Solo pido justicia y que nos respeten», lamenta el ganadero.
El matrimonio cuenta con dos explotaciones en La Parrilla y en Tudela de Duero y han pasado de tener más de 1.100 animales a poco más de 250 que les generan unos gastos diarios de 2.000 euros. «Para que puedan comer unos hemos tenido que llevar otros al matadero y recortar en plantilla. Llevábamos más de 60 pueblos y desde hace más de un año ninguno y eso que presentamos ante la Junta un programa taurino alternativo con medidas sanitarias muy exigentes y festejos populares en plaza muy fáciles de controlar, solo recibimos buenas palabras, y eso que la Junta ha celebrado festejos y no entendemos por qué los empresarios no podemos. Las ayudas que nos llegan son una propina y nosotros queremos trabajar como hemos hecho siempre», sentencia con rotundidad, Marta Martínez.
La única esperanza que tienen es que la situación mejore desde ya para que a finales de verano puedan dar festejos seguros en algún municipio, «nuestra actividad es al aire libre y es el único sector que trabaja con un delegado de la autoridad, por lo que se podría controlar que todo estuviera correcto. De momento ningún ayuntamiento ha cerrado nada y si esto sigue así se acabó el negocio».
Junto a ellos, José Antonio Martínez, dueño de la Orquesta Tucán Brass desde hace más de 25 años, ha tenido que dar de baja a las 13 personas que formaban parte de su plantilla y ha pasado de cubrir cien fechas en unos 80 pueblos repartidos por Castilla y León, Madrid, Asturias o La Rioja a no tener agenda desde hace un año y lamenta la desastrosa situación en la que han quedado los profesionales dedicados al sector. «Si no nos dejan trabajar que lo digan y propongan soluciones, pero que no nos den una propina o que permitan hacer verbenas controladas con protocolo al igual que se llevan a cabo otro tipo de actividades. La cultura es segura y debe serlo para todos, porque a las orquestas no nos han dado opción y todos sabemos que las fiestas mueven mucho dinero para muchos trabajadores. Hay que contratar desde ya y dejar los presupuestos para fiestas, porque los únicos que no tienen ingresos entre otros somos los toros y música y pagamos nuestros impuestos!, finaliza Martínez.
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