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Un incendio intencionado destruye 180 toneladas de paja al borde de la A-62 entre Zaratán, Arroyo y Valladolid
«Han ido a hacer daño y el resultado son cerca de siete mil euros en pérdidas y una semana con las pacas ardiendo», lamenta el propietario
«No son solo pacas de paja ardiendo, son muchas horas de trabajo perdidas y mucho dinero», lamentaba este sábado por la mañana Javier, el propietario de la tierra situada al borde de la ronda oeste (A-62), entre Zaratán –pertenece a su término municipal–, Arroyo y Valladolid, en la que un incendio, según todos los indicios, intencionadodevoró a partir de las ocho de la tarde del viernes una enorme pila de pacas de paja de casi siete metros de altura que iluminó la noche y que generó decenas de llamadas de vecinos alertando del incendio al 112 debido a que las llamaradas eran visibles, sobre todo, desde las viviendas situadas en la ladera oeste de Parquesol.
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Las llamaradas surgieron a las ocho de la tarde en una finca de Zaratán, al borde la ronda oeste, y «aún tardarán días en apagarse»
El fuego en sí se quedó concentrado en la pila de pacas, que en pocos minutos estaba envuelta en llamas y que contenía 180 toneladas de paja –más de seiscientas pacas–, cuyo valor de mercado ronda los «siete mil euros», a razón de cuarenta euros por tonelada. «Era paja que tenía almacenada en la tierra –plantada de veza, una legumbre destinada a comida para el ganado– desde el verano para su venta», explica el agricultor, un vecino de la capital, pero propietario de una explotación familiar en los terrenos de Zaratán, quien lamenta que el «mercado estaba saturado el año pasado y la dejamos ahí almacenada, cerca del camino para facilitar su transporte, a la espera de un posible comprador».
El fuego devoró por completo la pila de pacas, aunque no fue necesaria la intervención de los Bomberos (del nuevo parque de Arroyo) más allá de mantener un control preventivo. «El terreno está húmedo y al ser tanto volumen de paja sin riesgo de propagarse el fuego es mejor dejarlo consumir, aunque va a tardar aún días en apagarse, para facilitar después su retirada que sofocarlo con agua, que iba a salir contaminada sobre la tierra, o arriesgarte a removerlo con una máquina para facilitar su extinción», explicaron fuentes del servicio. «Por fortuna no hay riesgo para nadie y ahora tendremos que esperar para retirar los restos de la tierra», apuntó el agricultor antes de incidir que «han ido a hacer daño y el resultado son cerca de siete mil euros en pérdidas y una semana con las pacas ardiendo».
Tanto el propietario como los bomberos, eso sí, mantendrán una vigilancia de la pila de paja en los próximos días para evitar posibles riesgos, si bien la lejanía del terreno de las viviendas de Zaratán y de la calzada de la autovía hace que estos «sean mínimos».
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