La Guardia Civil recupera «intacto» el último coche robado en Valladolid por la banda del BMW

La diferencia entre los robos fue que la última vez quemaron el coche en un camino de Fuensaldaña y en esta ocasión pudo ser recuperado el vehículo «con daños escasos» en el mismo municipio. Lo sorprendente del último golpe del grupo es que esta vez dejaron el coche «bien aparcado» entre otros turismos en una calle dentro del municipio, «y rodeada de viviendas», con las luces encendidas. Allí fue localizado por los agentes de la Guardia Civil 24 horas después, en la madrugada del martes, cuyos especialistas pudieron, al menos, examinar el turismo en busca de indicios para identificar a los autores. Una rareza si se tiene en cuenta que la banda quemó los tres últimos vehículos sustraídos (dos BMW y un Renault –otra excepción–) en lo que va de julio.

Los hechos, en esta ocasión, ocurrieron en algún momento de la madrugada del lunes en un garaje comunitario de la calle Arnaldo de Vilanova, en las inmediaciones del colegio público Kantic@. «Un vecino me avisó de que habían forzado las puertas del garaje y que no estaba mi coche», recuerda la víctima, que poco después publicó en las redes sociales la imagen de su coche, un modelo antiguo de un llamativo color azul, para intentar localizarlo. Y tuvo suerte. El vehículo pudo ser recuperado finalmente en una calle de Fuensaldaña en torno a la una de la mañana del día siguiente, cuando los agentes avisaron al propietario.

«Fue algo extraño porque estaba bien aparcado entre otros coches, con las luces encendidas –y el motor bloqueado con la batería descargada– y en una calle con muchas casas», relata la víctima antes de concretar que el turismo solo presentaba una pequeña abolladura en la parte posterior y signos de haber sido forzada la cerradura. Eso y «muchísimos mosquitos en el frontal –no los tenía antes del robo–, como si hubieran corrido mucho durante el tiempo que lo tuvieron». Lo que no se sabe es lo que hicieron con él. «Nos dijeron que posiblemente lo utilizaran para dar algún golpe –sin concretar– o simplemente para buscar su próximo objetivo», apunta.

El caso es que los delincuentes, al contrario de lo que hicieron en sus últimos golpes, decidieron dejar el BMW aparcado en el mismo pueblo en el que exactamente dos semanas antes habían quemado otro modelo alemán sustraído en Arroyo. La banda supera ya el medio centenar de delitos, entre robos de coches y asaltos a negocios (bares, perfumerías...), desde el inicio de su último oleada a finales de 2020.