Valladolid
La Guardia Civil asevera que el atropello mortal de tres camioneros en Tordesillas era «evitable»El acusado, también transportista y que se enfrenta a cinco años de prisión, alega que no vio nada por el polvo de los extintores
No fue hasta el final de la primera sesión por el juicio del atropello mortal a tres camioneros cuando sofocaban un incendio en plena A- ... 62, en el término municipal de Tordesillas, en enero de 2021 cuando se ha aseverado con rotundidad que el accidente era «evitable». Lo resaltaron dos guardias civiles en una larga declaración en la que se ha analizado cada informe y análisis del instituto armado sobre los hechos de la madrugada del 18 de enero de hace ya casi cinco años. Para tal ratificación, los dos agentes se basan en «tres evitabilidades»: en una frenada de emergencia, frenada normal y cambio de carril, «la más sencilla», y con las que se podría haber esquivado a los tres peatones que se encontraban en plena calzada, uno de ellos sin chaleco reflectante, intentando sofocar un incendio en la carga de uno de los vehículos.
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Así que para la Guardia Civil el siniestro vial se produjo por una «desatención o distracción» del camionero que arrolló a los tres hombres fallecidos en el acto. Por esos hechos, Marco Antonio Hortelano, camionero de profesión y natural de Cevico Navero (Palencia), se ha sentado este lunes en el banquillo de la Audiencia de Valladolid acusado de tres delitos de homicidio por imprudencia grave, uno por cada fallecido, por los que se enfrenta a cinco años de prisión.
En su defensa, Hortelano ha declarado que esa madrugada no vio nada hasta que colisionó con un camión y detuvo su vehículo. «Esa noche iba a descargar a Salamanca. Tuve que aflojar la velocidad, ya que delante tenía un camión. Este giró a la izquierda y no pude evitar el accidente», ha añadido el acusado.
Tras la colisión, se bajó. «Fue en ese momento cuando vi una luz naranja, era la del incendio del camión. Ahí me encontré a los muertos», ha continuado a la par que insistía en que no se veía nada por la nube de polvo que supuestamente utilizaron los fallecidos para sofocar las llamas.
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Los hechos tuvieron lugar sobre las 7:35 del 18 de enero de 2021, momentos antes del amanecer. En ese punto se detuvo uno de los muertos, Antonio Nieves Alarcón, vecino de Albacete, después de que se originara un incendio en la parte trasera de vehículo especial en el que transportaba un camión de bomberos. Se bajó del habitáculo e intentó sofocarlo. Minutos más tarde se detuvieron también los camioneros Alberto Martín de Mier, vecino de Palencia, y el portugués Pedro da Silva Santos con la intención de ayudar en la extinción de las llamas, al parecer con extintores que ellos mismos portaban en sus vehículos. Los tres fueron arrollados por el vehículo pesado que conducía Marco Antonio Hortelano.
«Tuve que aflojar la velocidad, ya que delante tenía un camión. Este giró a la izquierda y no pude evitar el accidente»
Marco Antonio Hortelano
Acusado
Precisamente, han sido los extintores el centro de la defensa del acusado. Esa hipotética nube de polvo al intentar sofocar las llamas fue lo que provocó que Marco Antonio Hortelano no viera nada, según su declaración. Sobre esos elementos, un bombero de la Diputación de Valladolid que acudió al siniestro ha afirmado que esa situación «puede tapar a los peatones». En cambio, para los guardias civiles «no creen que impidiesen la visión», además de recalcar que «en ningún momento, el acusado me dijo el aspecto del polvo del extintor», ha agregado el agente que recogió la primera declaración del acusado. «En ese momento me dijo que se abrió el vehículo de adelante, impactó y notó que había atropellado algo. Le pregunté si estaba en condiciones de declarar y me dijo que sí», ha proseguido.
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A pesar de todo, los testigos que han pasado por la Audiencia han añadido que esa noche había visibilidad, aunque algunos han puntualizado que había niebla alta y que la noche era cerrada, si bien muchos de ellos se percataron de los hechos a unos 400 metros, lo que les obligaba a reducir la velocidad o cambiar de carril (en el punto kilométrico del accidente había cuatro carriles). «Desde lejos se veían unas luces, pero según te acercabas eran las propias llamas del incendio», han agregado varios conductores que esa madruga iban en dirección a Portugal y pasaron a escasos metros de los camiones parados y accidentados.
Otra conclusión que se desprende de los testigos, ratificada por Tráfico de la Guardia Civil, es que el siniestro no se señalizó con los triángulos de emergencia, si bien para las acusaciones particulares no es óbice al visionarse la incidencia desde la distancia.
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Prueba pericial
La prueba pericial, llevada a cabo en la parte final de la primera sesión y que concluirá este martes antes de las conclusiones, se analizaron el móvil del conductor, las cámaras de la Dirección General de Tráfico (DGT) y el tacógrafo del camión. Las cámaras de la DGT, ubicadas a un kilómetro y con la visión en dirección contraria a la del siniestro, han servido, según el perito, para descartar que el camión que arrolló a los tres hombres iba justo detrás de otro vehículo pesado. «Iban separados, ninguno iba al rebufo de otro», han agregado.
Sobre el tacógrafo, el perito ha incidido en que «todo estaba correcto» y que siempre mantuvo una velocidad «constante». «Antes de la colisión iba a 81 kilómetros por hora, en el momento del atropello a 79 y justo después a 74. No hay frenazo brusco hasta el accidente», ha aclarado el agente de Tráfico.
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Ante la posibilidad de que el siniestro fuera por una distracción del conductor, la Guardia Civil mandó a analizar el móvil del acusado. «No hay datos de que haya sido manipulado. No hay llamadas ni mensajes a esas horas», ha apuntado un agente. De igual manera, Marco Antonio Hortelano ha declarado que llevaba el teléfono en el bolsillo y que nunca lo utilizó.
El juicio continuará este martes con más pruebas periciales y los informes finales.
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