El 'grafitero de la mano' ingresa en prisión tras sumar otra detención en Valladolid

La llamada de un vecino, que vio cómo dos jóvenes estampaban una pintada en una puerta de la plaza de Cantarranas, permitió a los agentes sorprender en la madrugada del domingo a uno de los grafiteros más activos de la ciudad, autor de cientos de pintadas, todas ellas con la silueta de una mano, firmadas como 'üeya'. El joven, hoy de 27 años, sumó así no solo su enésima detención, esta vez por una infracción grave de la ordenanza municipal –castigada con entre 750 y 1.500 euros–, sino que ingresó en la prisión provincial al tener en vigor una orden de busca y captura por una condena por un delito de daños.

Los policías locales sorprendieron al 'grafitero de la mano' junto a un compinche cuando ambos caminaban por la Bajada de la Libertad. A él le intervinieron catorce aerosoles de pinturas –la herramienta habitual de los grafiteros– y a su acompañante, de 34 años, le incautaron otros veinte botes. Este último fue denunciado por la infracción grave recogida en la ordenanza de protección del medio urbano, según confirmaron fuentes de la Policía Municipal, cuyos agentes llevaron a cabo la intervención a la 1:40 horas.

Los dibujos de la mano que decoran literalmente los muros de media ciudad comenzaron a extenderse a partir del 2015. Su autor, entonces de 23 años, fue detenido por vez primera en enero de 2016 cuando estampaba su 'üeya' en los muros de la Academia de Caballería. Al año siguiente, en diciembre de 2017, por pintar otra de sus manos en los muros de la estación de trenes. Sus posteriores encontronazos con los agentes desembocarían en una reciente condena por un delito de daños y en la posterior orden judicial que ahora le ha llevado finalmente a ingresar en la cárcel.