Valladolid

El fugado por amenazar de muerte a su novia pacta 86 días de trabajos comunitarios

Un acuerdo que ha llegado después de que la Fiscalía de Valladolid rebajara la petición inicial de tres años de cárcel al retirar el agravante de parentesco y de incluir como atenuante la drogadicción del hombre de 34 años.

Los hechos juzgados este lunes en el Juzgado de lo Penal número 3 de Valladolid se desencadenaron en la mañana del 8 de julio, cuando S. M. C. mantuvo una discusión con su pareja en su domicilio de Laguna y en la que el acusado profería insultos como «puta» y «zorra». En un momento dado, refleja el escrito del Ministerio Público, S. M. C. se abalanzó sobre ella, la agarró fuertemente de los brazos y la tiró sobre la cama. La discusión alertó a una amiga de la novia, que reside en el mismo domicilio, quien se acercó a la habitación para separar a la pareja.

Aun así, la riña no se frenó y continuó en el salón, donde el acusado inmovilizó a la mujer. Eso propició que la amiga volviera a interceder, si bien el acusado, «enfadado», asestó un bofetón a la amiga que le dejó la mano marcada en la cara.

Fue en ese momento, según la Fiscalía, cuando las dos mujeres pudieron refugiarse en el baño de la vivienda, a la par que insistían a S. M. C que habían llamado a la Guardia Civil. A pesar de todo, el acusado se dirigió a la cocina y cogió dos cuchillos, uno en cada mano, para acercarse a la puerta del baño y decirlas: «Voy a acabar con esto, ante de entrar en prisión os apuñalo».

Finalmente el hombre abandonó el domicilio para iniciar la jornada de trabajo con su furgoneta, mientras que las dos mujeres se personaron en la Guardia Civil de Laguna.

Tras recoger sus declaraciones, en las que avisaban de que podía portar una pistola, el instituto armado inició un despliegue para dar con el paradero del hombre. Se alertó a la USECIC para flanquear su domicilio, así como la entrada a Laguna desde Valladolid. Aunque llegó a ser identificado, se negó a detener su furgoneta. Fue en ese momento cuando se inició la persecución por la localidad del alfoz. Desde un primer momento, incide la Guardia Civil, el conductor de la furgoneta completó una conducción temeraria. Obvió todo tipo de señales, además de subirse a la acera donde puso en riesgo a los peatones.

Como no consiguió despistar al coche de la Guardia Civil que le precedía, continuó la huida en dirección Valladolid. Una maniobra que desencadenó el aviso a la Policía Nacional y Local de la capital. Uno de los primeros 'destinos' del fugado fue Pinar de Jalón. Allí, en más de una ocasión, el sospechoso frenó su furgoneta para dar marcha atrás e intentar colisionar con una presencia policial que iba en aumento en número de patrullas de todos los cuerpos y fuerzas de seguridad. Precisamente, en una de esas embestidas, dos agentes resultaron heridos.

A pesar de todo, S. M. C. lograba esquivar todo tipo de vehículos, lo que en muchos casos suponía impactos y golpes. Tras varios minutos de huida, accedió a la VA-20 para llegar a la rotonda de San Agustín. Allí, con la intención de abrirse camino, arrolló dos coches de civiles para volver a Laguna, donde casi atropella a un motorista, recalca la Guardia Civil.

Finalmente, abandonó su localidad para volver al Pinar de Antequera, donde la Policía Local tenía preparado un cerramiento. Pero al ver ese bloqueo, S. M. C. perdió el control de su furgoneta y se estampó en la esquina de Arca Real con la calle Bronce. Saltaron los airbags y fue reducido. En el registro del vehículo no apareció ninguna pistola, mientras que el fugado fue derivado a un centro médico de Delicias para más tarde ser trasladado al Hospital Río Hortega.