Un frente frío pondrá fin de forma abrupta al veranillo de los últimos días
El viento, la lluvia y una caída del mercurio de más de diez grados marcarán el tiempo esta semana de cara a la fiesta de Villalar
El veranillo que ha protagonizado los últimos días de la Semana Santa, con el mercurio anclado por encima de los veinte grados, llega a su fin a partir de mañana fruto de la entrada de una masa de aire húmedo y frío procedente del norte que provocará un acusado descenso de las temperaturas, que apenas rozarán los diez grados, y que traerá precipitaciones intermitentes prácticamente hasta el próximo sábado, coincidiendo con la celebración de la festividad del día de Castilla y León.
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Atrás quedará una Semana de Pasión protagonizada por las altas temperaturas y los días soleados después de un inicio más lluvioso que dejó 18,4 litros por metro cuadrado entre el Viernes de Dolores (día 8) y el Miércoles Santo (día 13). A partir de entonces no volvió a caer una sola gota, los cielos se despejaron y el mercurio comenzó una escalada que le llevó a alcanzar un inusual pico de 23,8 grados el pasado sábado.
Las temperaturas volvieron a superar el Domingo de Resurreción con creces los veinte grados y volverán a hacerlo hoy. Será el último día. Y no habrá una transición suave. La entrada de una masa de aire gélido y húmedo provocará a partir de mañana mismo una abrupta caída del mercurio, tanto de las máximas, de apenas diez grados, como de las mínimas, que no superarán los cinco grados, con precipitaciones a lo largo de la jornada y vientos fuertes del noreste y del norte con rachas sostenidas de treinta kilómetros por hora, lo que provocará que la sensación térmica sea aún más baja.
Las previsiones apuntan a que la inestabilidad marcará prácticamente el resto de la semana, incluido el día de Villalar, con el mercurio anclado siempre por debajo de los quince grados y una alta probabilidad de precipitaciones. Estas últimas vendrán a paliar, al menos, el acusado déficit de lluvias que arrastra el inicio de este año, con 75,5 litros por metro cuadrado recogidos hasta la fecha en la capital, cuando lo habitual para el conjunto de estos cuatro meses son 149,5, es decir, apenas la mitad de lo normal, según los datos facilitados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). En lo que va de abril solo se han recogido los citados 18,4 litros, cuando lo habitual son 48,5.
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