Espectáculo, sí; arte, no

Cuando la rutina se instala en la plaza de toros de Zorrilla, el peligro es empezar a pedir orejas y orejas para premiar el espectáculo puro y duro. Eso es lo que ocurrió ayer por la tarde con El Fandi. Porque arte, lo que se dice arte, nada de nada. ¿Dónde estaba el arte? Pregunten por ahí. Bueno, quizás sea muy duro este arranque. Finito de Córdoba, por lo menos, se empleó en las faenas, aunque a la hora de matar, nada de nada. De manera, que las pitadas fueron sonadas después de las tres estocadas fallidas. El tan admirado y reconocido maestro Enrique Ponce cumplió con el expediente. Ya tiene para pagar el maquillaje a su mujer de otro día de fiesta.

Lo peor de todo es que la decena de japoneses de la peña Tendido Tauro Tokyo presentes en la corrida de la Feria de San Lorenzo se fueron un poco decepcionados. El presidente de esta peña, que celebra su vigésimo aniversario, Katsuyki Ogiuchi, hispanista, profesor universitario en Tokio y traductor de El Quijote, es ferviente admirador de Joselito y seguidor del torero valenciano.

A pesar de todo, los hermanos Cintia, Jesús y Diego Sánchez, Paula Añón, Javier Cofiño y Álvaro Salazar se lo pasaron muy bien. Estos jóvenes veían los toros desde el balconcillo de las gradas altas del tendido dos.

También en balconcillo, pero desde las gradas bajas del 7, se pudo ver al novillero vallisoletano José Manuel Serrano, triunfador del IV del Bolsín Taurino de San Miguel del Arroyo, junto a Mariano Serrano y los aficionados Concha Carbajo y Juan Manuel Raso.

También asistieron a la corrida de los toros Luiz Felipe Meneses, miembro del Consejo de Estado de Portugal, exministro y exalcalde de Gaia; su hijo Pedro, el arquitecto luso Joaquim Massena y Daniel Mendes. Compartieron burladeros con el subdelegado del Gobierno en Valladolid, José Antonio Martínez Bermejo. El senador por el PP de Valladolid Alberto Gutiérrez Alberca, inspirador junto al fallecido Fernando Pérez de la Feria de Día, actúo de cicerone con los ilustres portugueses.