Consulta la portada de El Norte de Castilla
Allende Ruiz, del comercio El Costurero de Allende, con productos donados por sus clientes Alberto Mingueza

Sin espacio para tanta solidaridad en el barrio de la Victoria

La plataforma vecinal ·

Entre Todos Ayudamos recibe tantos donativos que sus voluntarios están desbordados

Laura Negro

Valladolid

Jueves, 1 de julio 2021

Sobrepasados por tanta generosidad. Así están los voluntarios de la plataforma vecinal Entre Todos Ayudamos, con sede en el barrio de la Victoria. Desde ... que el pasado mes de marzo El Norte de Castilla se hiciera eco de la labor que realizan de forma desinteresada con las personas en riesgo de exclusión social, este grupo de voluntarios ha visto triplicar las ayudas y donaciones. Ha sido tal la cantidad de alimentos, ropa y enseres que han recibido por parte de la ciudadanía, que ya no tienen donde guardarlos. Sus casas están repletas de cajas y bolsas con infinidad de productos que esperan ser repartidos entre los más vulnerables. Necesitan locales donde poder almacenar y gestionar todas las donaciones.

Publicidad

Esta agrupación de vecinos nacida en 2014, está coordinada por Diego Reglero, Mila Díez, María Pilar Martín, Paty Nieto y Susana Prieto. En la actualidad 22 voluntarios colaboran de forma desinteresada en la recogida y entrega de ropa, calzado, alimentos y productos de higiene. También echan una mano buscando empleo y alquileres económicos, apoyan a otras entidades y oenegés, gestionan un ropero social, organizan campañas de ayuda de material escolar y prestan sillas y cunas de bebés. Todo ese material que reciben de donaciones está colapsando sus viviendas particulares. «Ya no tenemos donde meter tantas cosas. Nos donan incluso electrodomésticos», dice Diego Reglero mientras señala un microondas que ocupa parte de una habitación.

Entre Todos Ayudamos cuenta con una trabajadora social que se encarga de revisar los casos de las familias necesitadas y de hacerles seguimiento. Varios CEAS también les derivan casos de personas en situación vulnerable. «En el mes de febrero estábamos atendiendo a 233 familias y ahora ya son 300 en Valladolid y la provincia a las que ayudamos de forma continuada. El número de voluntarios también ha crecido desde que salimos en el periódico. Antes éramos 16 y ahora somos 22», indica el presidente de esta plataforma.

Con el cambio de estación, son muchos los vallisoletanos que han llevado sus prendas de abrigo a los voluntarios de la Victoria. «Lavamos la ropa en nuestras casas y luego la desinfectamos. La clasificamos por talla y se la entregamos a las familias. Es un trabajo enorme. Una parroquia del barrio de Huerta del Rey nos acaba de ceder sus sótanos para que podamos gestionar allí el ropero social. Va a ser un alivio desalojar un poco nuestras casas. Otro de nuestros colaboradores también nos ha prestado un trastero comunitario para guardar juguetes de cara a la próxima navidad», comenta Reglero mientras aparta un ventilador que tiene encima de la cama.

Publicidad

La vivienda de Diego Reglero parece un gran bazar. «Una fábrica nos ha donado un lote de palmeras de chocolate, otros comercios nos aportan ropa y material escolar. Ahora mismo lo que más necesitamos son productos de alimentación y del cuidado de bebés, como pañales, leches o tarritos de puré. También carne y pescado y otros alimentos frescos como fiambres para las meriendas de los niños».

Apoyo del comercio cercano

Todos los lunes, a través de su grupo de Facebook, en el que figuran 836 miembros, Diego y su equipo piden aquellos productos que más necesitan para las familias. Todo aquel que desea donar, lo hace a través de los comercios del barrio adheridos a esta iniciativa. Uno de ellos es El Costurero de Allende, donde muchas personas llevan alimentos que luego los voluntarios recogen. «Viene mucha gente de fuera a traer donaciones, pero sobre todo nos han sorprendido nuestros clientes, que casi todas las semanas nos traen fruta, verdura, pañales, ropa e incluso disfraces», explica la comerciante Allende Ruiz.

Publicidad

Daniel 51 años

«Les pedí unos playeros del número 45 y sé que lo están intentando»

«Cuando la vida te dice que no, es que no. A veces no se trata de tener méritos y de esforzarte para salir del túnel. A veces la vida simplemente se complica», explica Daniel G, quien a sus 51 años tiene una larga experiencia trabajando con personas discapacitadas, en el sector de la limpieza y como comercial, pero que ahora no encuentra trabajo. Daniel cobra la renta garantizada y de ahí paga la pensión de su hija. «Me he acostumbrado a comer unos gramos de pasta con tomate, pero a ella no quiero que le falte de nada. Me han dado alimentos, que es de agradecer, pero lo más importante que he recibido de Entre Todos Ayudamos es la escucha y la comprensión. El otro día les pedí si me podían conseguir unos playeros del 45 y se que lo están intentando. Estoy muy agradecido hacia ellos».

Beatriz 30 años

«Yo recibo y también dono lo que puedo a quien lo necesita»

A raíz de la pandemia Beatriz F., de 30 años y su pareja se quedaron sin trabajo y todas las ayudas les han sido denegadas. La plataforma Entre Todos Ayudamos ha sido su tabla de salvación. «Conocí la agrupación vecinal a través del Facebook en un momento muy complicado de nuestras vidas. Diego nos entregó un lote de emergencia con frutas, verduras y productos y pañales para nuestro bebé de 7 meses. He solicitado dos veces el ingreso mínimo vital, pero no me lo han concedido. Estamos pendientes de que la trabajadora social del CEAS de la Victoria nos conceda una ayuda continuada para alimentos. Yo recibo y también dono todo lo que puedo para aquellos que lo necesitan, como la ropa que al niño se le queda pequeña o las papillas que por edad ya no puede tomar», explica Beatriz.

Publicidad

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3€ primer mes

Publicidad