El entorno urbano de Valladolid se sitúa entre los de mayor calidad de vida de España

Unas condiciones de salud sobresalientes y una potente industria manufacturera que ofrece a la población la posibilidad de especializarse en las funciones de rango más elevado permiten al área urbana de Valladolid meterse entre las de mayor calidad de vida de España, un grupo formado por 16 grandes ciudades con sus municipios aledaños. En una valoración de la A a la D, Valladolid obtiene una B en el apartado relativo a las condiciones socioeconómicas;otra B en condiciones generales del medio urbano;y una A en condiciones de salud.

En España hay 73 Áreas Urbanas Funcionales (AUF) donde reside el 68% de la población y que van desde los más de seis millones de habitantes del área urbana de Madrid, compuesta por 166 municipios, hasta los poco más de 60.000 residentes de la de Cuenca, con once núcleos de población. La formación de áreas urbanas de gran tamaño genera efectos positivos en el mercado de trabajo, la innovación y la productividad, además de atraer capital humano altamente cualificado. También tiene sus consecuencias negativas, como el crecimiento disparado de la superficie edificada o el de las infracciones penales.

Elaborada por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), la monografía 'Las Áreas Urbanas Funcionales en España: economía y calidad de vida' analiza el resultado de los desplazamientos desde el mundo rural a las aglomeraciones urbanas, que a principios del siglo pasado agrupaba al 50% de la población y ahora acapara el 87%.

Para evaluar la calidad de vida, el estudio utiliza no solo variables de carácter económico, como la renta o el empleo, sino otros aspectos como las condiciones de salud, la seguridad ciudadana, el clima, o algunos aspectos ligados a la accesibilidad, etc. En total, 35 variables que se agrupan en tres bloques temáticos y dan lugar a los tres indicadores agregados.

En condiciones socioeconómicas, el área urbana de Valladolid supera la media de las 73 AUF españolas en tasa de empleo masculina, por 2,5 puntos;en la tasa femenina, por 7 puntos; y en lo que respecta a población de más de 16 años con estudios universitarios, por 11,6 puntos. Sin embargo, se queda 39 puntos por detrás de la media en cuanto a residentes nacidos en países no europeos.

Para valorar las condiciones del medio urbano, los autores del trabajo recurren a indicadores como los robos con violencia por 100.000 habitantes (28,8 en Valladolid, frente a 215,9 de media en el total de las 73 áreas analizadas); el porcentaje de participación en las elecciones generales (76,5% en Valladolid, frente al 70,9%de media);el tiempo medio de desplazamiento al trabajo (21,7 minutos en Valladolid, por 23,3 de media);o el porcentaje de zonas verdes sobre superficie artificial (12,9% frente a 11,4%).

En cuanto a las condiciones de salud, el baremo en el que Valladolid se cuela en el grupo de 'sobresaliente', el área urbana vallisoletana arroja una tasa de mortalidad infantil por 1.000 nacidos vivos de 3,3 (de 3 en la media);una tasa de mortalidad por tumores (entre 50 y 65 años) de 2,5 (igual a la media);una esperanza de vida al nacer de 79,1 años para los hombres (77,3 es la media) y de 85,1 para las mujeres (83,3);mientras que la tasa de suicidios por 100.000 habitantes es de 9,2, frente a 7,2 de promedio.

Según explican los autores, las áreas urbanas funcionales tienen efectos positivos sobre la productividad del trabajo y la innovación. «Las ventajas que se derivan de la concentración de población y actividad económica se refieren a una mayor accesibilidad al mercado y reducción de costes de transporte, mayor facilidad en la transmisión de ideas y conocimientos entre los agentes económicos y mejora de la eficiencia en el funcionamiento del mercado de trabajo, ya que es más fácil para las empresas encontrar al trabajador adecuado, que, a su vez, dispone de mayor oferta de empresas que pueden necesitar de sus servicios», señalan.

Según explican los investigadores Francisco J. Goerlich y Ernest Reig, las variables relacionadas con el espacio físico, como la superficie edificada o la superficie dedicada a vías de comunicación, aumentan más lentamente que el crecimiento de la población. Sin embargo, la renta anual, el empleo en el sector financiero o en los servicios a empresas o las solicitudes de patentes crecen más que proporcionalmente respecto al aumento de la población. También crecen algunos fenómenos negativos como la delincuencia, calculada como el número de infracciones penales.

Según los cálculos realizados por los investigadores, doblar el tamaño de la población de un área urbana supondría aumentar los ingresos por habitante de sus residentes en un 2,8%. En el caso de las patentes, duplicar la población deriva en un incremento de los registros de patentes del 140%. Del mismo modo ese incremento de la población en un 100% daría lugar a un incremento del orden del 110% en la población con estudios universitarios.

El informe analiza también cuáles son los sectores que ofrecen un mayor perfil de especialización para el área urbana de Valladolid, que son las actividades sanitarias; la Administración Pública y Defensa; el comercio al por menor; los servicios financieros;y los servicios a edificios y actividades de jardinería.

Valladolid cuenta con más directores, gerentes y técnicos profesionales que la media de las 73 AUF (32,8% frente a 32,3%);más empleados en industrias manufactureras (11,3% frente a 10%) y más población ocupada en administraciones públicas y servicios públicos fundamentales (26,3% frente a 24,8%).

En cuanto a la posición dentro de la economía del conocimiento y la innovación, Valladolid iguala la tasa media de empleo en manufacturas de alta tecnología (0,4%) y supera el empleo en SIC (servicios intensivos en conocimiento) y tecnología avanzada (0,7%, frente a 0,6%).

El trabajo concluye que «ciertas áreas urbanas se comportan mejor, y otras peor, de lo que podría esperarse de acuerdo con su tamaño». Valladolid, al igual que San Sebastián, Bilbao, La Coruña, Zaragoza, Madrid y Barcelona generan «un volumen global de renta o ingresos claramente más elevado que el que en teoría les correspondería de acuerdo con su población. Por tanto, si bien para el conjunto del sistema urbano español se constata que la renta crece con más rapidez que la población, el comportamiento de estas áreas urbanas es todavía mejor».