Concentración de taxistas contra la competencia de Uber y Cabify celebrada en Valladolid en 2017. RAMÓN GÓMEZ

Una empresa acapara las licencias VTC de Valladolid y planea venderlas a Uber

El sector local del taxi ultima una mejora de su aplicación para móviles, con tarifas planas y posibilidad de pago con tarjeta

Viernes, 25 de enero 2019, 07:42

La guerra del transporte urbano, cuyas batallas más campales están protagonizando en estos días los taxistas de Madrid y Barcelona, no ha llegado a Valladolid, pero los contendientes están tomando ya posiciones, defensivas unos y más o menos ofensivas otros.

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El sector del taxi cree que, por el momento, la capital vallisoletana resulta un mercado atractivo para Uber o Cabify, pero a la vez y por si acaso, ultima una mejora de su aplicación para móviles que incluirá tarifas planas y posibilidad de pagar con tarjeta, además de otras similitudes con las app de las dos firmas más conocidas del negocio de las VTC.

Mientras, la mayoría de las 88 autorizaciones de la Junta para explotar estos vehículos de transporte con conductor en Valladolid están 'dormidas'. Buena parte de ellas han sido adquiridas, como por goteo, por Ares Capital, una empresa vendida recientemente a un fondo de inversión estadounidense que está acaparando licencias en toda España. Su propósito no es otro que traspasarlas a algunos de los gigantes del VTC.

La administración autonómica, que en teoría tiene en este momento la potestad de regular el sector, está haciendo las maletas con las elecciones a cuatro meses vista y se lava las manos en lo que se refiere a articular una normativa regional -«aquí existe una situación de calma», sostienen-, a la vez que descarta emitir más licencias.

Roberto Merino, presidente de la Cooperativa Radio Taxi de Valladolid, descarta la hipótesis de un desembarco de Uber y Cabify en Valladolid con el argumento de que «ni este es un mercado apetecible para estas empresas», ni tampoco tendrían fácil su implantación, ya que «el servicio que ofrece el taxi de aquí es bastante completo».

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«Es rarísimo ver colas de gente esperando en las paradas, en todas las cuales siempre suele haber algún coche -explica-. En Valladolid el sector del taxi cumple su cometido con calidad y rapidez por lo que la competencia, y más aún si esta es desleal, lo tiene muy complicado».

En Valladolid existen 88 licencias de vehículos VTC, lo que frente a un censo de 466 taxis (más otros nueve del área metropolitana) dan como resultado un relación de uno a cinco. En Castilla y León existen la actualidad 2.298 licencias de taxi y 310 de VTC, lo que arroja una ratio de uno a 7,4. En Madrid la proporción es de un vehículo de arrendamiento con chófer por cada 2,4 taxis y en Cataluña, de uno por cada cinco. La normativa establece que no se darán nuevas autorizaciones de VTC mientras se supere la ratio de uno por cada 30 taxis.

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El decreto sacado adelante en octubre pasado por el Gobierno transfirió la competencia para regular la actividad de las empresas de VTC a las comunidades y ayuntamientos. Serán estos los que, dentro de cuatro años, deberán decidir si autorizan a los Uber y Cabify de turno a realizar aquellos trayectos que sean exclusivamente urbanos.

Desde la Consejería de Fomento señalaron que en la comunidad «existe acuerdo total con el sector del taxi», cuyas alegaciones se han incorporado a la Ley de Transporte de Castilla y León, de reciente aprobación en las Cortes «sin votos en contra de los grupos». La Junta descarta dar más licencias de VTC y solo lo haría «si alguna de las existentes se da de baja».

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Sin embargo, el que quizá sea uno de los mayores misterios por resolver del sector es dónde están esos 88 VTC de Valladolid, dónde se ofertan, dónde se encuentran, qué hay que hacer para coger uno. Originalmente concebidos como servicios de alquiler de limusinas o de coches de lujo con chófer, la irrupción de la tecnología y los servicios de geolocalización de la mano de Uber y Cabify ha convertido a los VTC en un negocio muy apetecible.

«Especuladores»

«Algunas licencias las tienen empresas de autobuses y hay dos en poder de taxistas, pero la mayoría están controladas por Ares Capital y no se encuentran operativas -señala Roberto Merino-, sino que el fin último es especular con ellas».

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En efecto, la empresa Ares Capital, fundada por dos taxistas malagueños, acapara miles de licencias de VTC en toda España, más de 3.000 legalmente registradas o reclamadas por vía judicial. Suponen en torno a una de cada cuatro (el Ministerio de Fomento tiene registradas 12.865), la mayoría en la costa mediterránea. En marzo del año pasado la firma fue adquirida por el fondo de inversión estadounidense King Street Capital por más de 100 millones de euros, cuyos planeas pasan por buscar un gestor que los explote las licencias en la plataforma de Uber, con la que según las fuentes consultadas ya han alcanzaron un acuerdo.

Los taxis de Valladolid presentaron hace algo más de un año una aplicación para teléfonos móviles con la intención de ponerse al día y adelantarse a la competencia de las nuevas plataformas tecnológicas. A día de hoy, Merino reconoce que «hace falta darle un empujón». «Vamos a incorporar la posibilidad de pagar con tarjeta y de concertar ciertos trayectos específicos a precio fijo -explica-, para lo que estamos pendientes de llegar a un acuerdo con el ayuntamiento de la capital y los del alfoz». «No está ni muy publicitada ni, por tanto, muy utilizada, entre otras cosas porque para que la gente la use necesita conocer el coste del viaje por adelantado. Pero queremos que funcione y estamos retocándola en estos momentos», concluye.

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