Cuando en febrero de 2000 recibió el premio especial al Empresario del Año, galardón instituido en aquel momento por los alumnos de la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales, todos los juicios fueron unánimes: Daniel Benavides Llorente era un ejemplo a seguir por su carácter emprendedor, su visión empresarial y su capacidad de trabajo. Todo ello confluyó en la prestigiosa editorial 'Lex Nova', creada en 1953 y especializada en el ámbito jurídico-laboral.
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Vallisoletano nacido el 8 de diciembre de 1921, su padre, Fidel Benavides Carlón, regentaba el famoso establecimiento de semillas situado en la calle de Miguel Íscar. De hecho, Daniel, que cursó la carrera de Derecho en la Universidad vallisoletana con notas más que brillantes, era el favorito para seguir al frente del comercio.
Su vocación, sin embargo, iba por otros derroteros. Aquel joven de vasta cultura, aficionado al periodismo, fascinado por la literatura y el arte y muy aficionado a la lectura de los clásicos (era primo del filólogo Antonio Tovar), optó por hacer oposiciones. Desempeñó el cargo de delegado provincial de la Subsecretaría de Educación Popular en Zamora antes de obtener una plaza de inspector de Trabajo. Su primer destino, en 1949, fue Cáceres, donde conoció a su mujer, y madre de sus cinco hijas, María Dolores Agúndez Fernández.
Su traslado a Valladolid, a principios de los años 50, inauguró la etapa más fructífera de su modélica trayectoria. Benavides llevaba tiempo anotando en libretas todos los cambios operados en las ordenanzas laborales, ingente trabajo que con el paso del tiempo se convirtió en una referencia de primera mano para profesionales, empresarios y estudiosos del Derecho. Era, en efecto, el germen de 'Lex Nova'. Así lo recordaba en una entrevista concedida a este periódico en marzo de 2000: «En los años cincuenta, en mis comienzos como inspector de Trabajo tenía que manejar textos legales en continua modificación –convenios colectivos– y apliqué una técnica artesanal de simplificación y actualización. De esta manera, surgieron las fichas cambiables en el área jurídica laboral que, posteriormente, ampliamos al campo legislativo y administrativo. Ante la demanda entre amigos y profesionales, decidimos imprimir estas fichas a través de Sever Cuesta y, poco después, crear una editorial que, en los años setenta, transformamos en sociedad anónima y nació Lex Nova».
Además de compaginar la labor en la Inspección de Trabajo y en la editorial, Daniel Benavides tuvo tiempo de ejercer como concejal del Ayuntamiento de Valladolid, entre 1955 y 1957, al frente del servicio de transporte urbano. Y no solo tuvo la capacidad de emprender un negocio de éxito, pues 'Lex Nova' –que en 2012 fue adquirida por la multinacional canadiense Thomson Reuters- sigue siendo una de las editoriales jurídicas de referencia en el mercado español, sino que también fue un adelantado en el campo de la economía colaborativa, como acredita el trato exquisito que mantuvo con las empresas proveedoras colaboradoras. Aquejado desde joven por una enfermedad que le afectaba seriamente la vista, después de jubilarse continuó su actividad al frente de Lex Nova con el apoyo de su familia y de sus más fieles colaboradores hasta su venta.
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