El colegio vallisoletano que tardó más de tres lustros en construirse
El edificio del CEIP Isabel la Católica fue reseñado en los años setenta como «de virguería» y «gran categoría constructiva»
Ubicado en el número 4 de la Plaza de San Nicolás, el actual Colegio Isabel La Católica se levantó sobre varios solares; el de la ... antigua Casa de Santa Magdalena, conocida como convento dominico de Las Arrepentidas, y los de tres casas de la calle Puente Mayor que, en 1933, se adquirieron para ampliar el proyecto inicialmente previsto. De propiedad municipal -después de convento fue parque municipal y depósito de las bombas de incendio-, el Ayuntamiento declaró el inmueble en ruina en 1930 y ofreció el solar al Ministerio de Instrucción Pública para albergar un colegio. La construcción del nuevo edificio comenzó a gestarse en 1931 y, aunque en 1936 comenzó a funcionar con alumnado, las obras del centro escolar duraron más de tres lustros.
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El proyecto, del arquitecto madrileño Joaquín Muro Antón, nació en la Oficina Técnica para Construcciones de Escuela, dependiente de la Dirección de la Primera Enseñanza, creada en 1920 por el Ministerio de Instrucción Pública «para corregir el abandono que los ayuntamientos habían manifestado en materia de construcciones escolares». Muro fue desde sus inicios el arquitecto escolar de la provincia de Valladolid, por lo que fue el responsable de otros grupos escolares construidos en Valladolid: Miguel de Cervantes (1928); Manuel B. Cossío, hoy Ponce de León, (1931); el del Barrio de la Victoria, luego Pablo Iglesias y hoy Gonzalo de Córdoba (1931); y el de las Escuelas Graduadas de la calle Fructuoso García, hoy San Fernando, el último colegio que se levantó enteramente de ladrillo en Valladolid. Unos años más tarde, en 1941, Muro colaboró en la ampliación del grupo escolar Lope de Vega y en la provincia son obras suyas los edificios de las escuelas de Tiedra (1929) y el Instituto Alfonso VI de Olmedo.
Un informe municipal de 1975 describía el edificio como «de virguería» y «gran categoría constructiva». Iniciado en 1931, en noviembre de 1946, el Ministerio de Educación aprobó más de un millón de pesetas para la terminación de las obras; pero no fue hasta el verano de 1953, tras un tiempo paradas, cuando finalizaron. Seis años después se añadieron unos terrenos colindantes para dedicarlos a patio. En 1975, el pabellón que acogía la piscina (fuera de servicio desde hacía años) y el comedor se transformó, con una nueva inversión de tres millones de pesetas, en una nueva zona de aulas. Su interior está decorado con azulejos que representaban escenas y acontecimientos de los tiempos de la reina Isabel la Católica. El descubrimiento de América y la conquista de Granada, entre otros.
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