Detenidos dos hombres por agredir a los agentes de la Policía Nacional cuando identificaban a una menor

En mitad de estas labores, los agentes «fueron increpados por varios de los presentes, entre ellos, una mujer que acompañaba a la acusada» y que, según detallan fuentes policiales, gritó a la joven «corre, que son pukaras» (argot para referirse a la policía), incluso antes de que los guardias se identificaran. Sin embargo, la mujer fue interceptada «antes de que pudiera huir», previa identificación de los agentes. A continuación, un varón, que manifestó ser pareja sentimental de la joven, «adoptando una actitud agresiva y amenazante hacia los funcionarios», comenzó a proferir «amenazas de muerte sobre ellos llegando a encararse, impidiendo el normal desarrollo de la intervención policial», según describen las mismas fuentes. Ante la creciente tensión, se solicitó refuerzo policial, de modo que se personaron en el lugar tres dotaciones de la Policía Nacional y una de la Policía Local, con el objetivo de realizar «una acción de barrera y contención entre los primeros actuantes, y el grupo de personas que estaba encarando a los agentes». Finalmente, las autoridades lograron introducir a la mujer en un vehículo policial y realizar su traslado.

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Durante el operativo, se produjeron dos detenciones adicionales. Por un lado, la del individuo que decía ser pareja de la detenida, sobre el cual la Policía Nacional justifica el uso de «medios coercitivos» porque lo «requirió su agresividad», incluido el empleo de un inmovilizador electrónico. Por otro lado, la de otro ciudadano por la agresión a uno de los agentes intervinientes. Ambos fueron trasladados a un centro sanitario para su valoración médica previa a su puesta a disposición policial, quedando acreditado que el uso del inmovilizador no le causó lesión alguna.

Las fuentes policiales explican que «el primer detenido continuaba amenazando de muerte a uno de los agentes», durante el trayecto al centro de salud, como en presencia del facultativo médico y también en dependencias policiales, hasta el punto de «golpearse la cabeza contra la mampara del vehículo en repetidas ocasiones durante su traslado». Tras remitir el atestado a la Autoridad Judicial, los dos hombres detenidos fueron puestos en libertad a la espera de su correspondiente juicio y, por su parte, la joven interceptada por los agentes como parte de la operación que realizaban en el barrio fue ingresada en un centro de menores de la capital.