Valladolid

Detenida por abofetear a un policía y negarse a hacer las pruebas de alcoholemia

Con el fin de llevar a la mujer, de mediana edad, a un lugar más seguro para ella, los policías la acompañaron a su domicilio, situado a unos kilómetros del lugar donde se encontrada en la vía pública.

Los agentes entonces pensaron que la intervención había terminado pero nada más lejos de la realidad, poco después la Policía Local recibió una nueva llamada, esta vez dando el aviso de una mujer que había sufrido una caída con su patinete. Al acudir al lugar, los agentes comprobaron que se trataba de la misma persona que minutos antes había llevado a caso en evidente estado de embriaguez, pero esta vez se encontraba intentando circular con un vehículo de movilidad personal. Los agentes decidieron poner fin a su trayecto y fue entonces cuando decidieron someter a una prueba de control de alcoholemia y drogas a la mujer, que cambió de forma radical su actitud, ya que se negó en todo momento a realizar dicha prueba y comenzó a mostrarse muy violenta.

Llegó a tal punto que golpeó a uno de los policías, llegando a rasgarle parte del uniforme, a romperle las gafas y a darle un bofetón antes de ser arrestada por un presunto delito de atentado contra la autoridad y desobediencia grave por su negativa a realizar las pruebas de alcohol y drogas. Además la mujer fue todo el camino hasta el centro de salud donde fue trasladada dando patadas en el interior del vehículo policial.

La agresividad que mostraba esta mujer fue tal, una vez en el centro, agredió también a un guardia del servicio de seguridad del mismo y fue atendida por los servicios médicos que tuvieron que administrarle calmantes antes de ser conducida a dependencias policiales.

Balance del fin de semana

Este episodio es uno de los tres delitos contra la seguridad vial que se registraron este fin de semana en Valladolid, y cuyos controles se refuerzan desde este lunes por parte de la Policía Local, que lleva a cabo un dispositivo especial para concienciar sobre los peligros del consumo de alcohol y drogas durante la conducción. Así, el balance de viernes a domingo se ha saldado en la ciudad con 12 puntos de control preventivos y 113 pruebas de alcohol realizadas (cuatro de ellas positivas); una de ellas tuvo lugar el pasado sábado poco después de las nueve de la noche cuando un conductor que circulaba por el Camino del Cementerio fue interceptado con positivo de cocaína al volante y con pérdida de vigencia del carné de conducir, lo que supone un delito contra la seguridad vial.

El domingo otro hombre, que circulaba a las 20:50 por la Avenida de Burgos, cometió una infracción al volante que llamó la atención de los agentes que además se percataron de que había perdido todos los puntos, por lo que su acción constituye un delito contra la seguridad vial.

A estos hechos se les suma además los resultados de 0'60 - 0'63 miligramos por litro de aire espirado detectados respectivamente a dos conductores en un control preventivo de madrugada en la calle San Quirce y otro positivo (0'50) por consumo de alcohol en el Paseo de San Isidro.

Campaña de tráfico

La Dirección General de Tráfico (DGT) pone en marcha, entre los días 14 y 20 de julio, una nueva campaña especial de vigilancia y control del consumo de alcohol y otras drogas en la conducción, una campaña que cuenta con la participación de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, así como de diversas policías autonómicas y municipales que se suman a dicha iniciativa. Durante esta semana, se intensificarán los controles tanto en las vías interurbanas como en las urbanas con el objetivo de prevenir siniestros viales provocados por el consumo de sustancias, una de las principales causas de mortalidad en carretera.

En Castilla y León, en concreto, se realizarán más de 21.000 pruebas de alcohol y drogas a conductores para evitar trágicos balances como el de 2023 en el que 22 personas fallecieron en siniestros de tráfico donde el alcohol fue un factor concurrente, lo que representa el 20% de los siniestros mortales.