CNT denuncia el despido de tres educadores del PRAE «por su actividad sindical»

Tres de los cuatro educadores ambientales del PRAE, dependiente de la Junta, han sido despedidos «disciplinariamente» por su subcontrata (Audeca), si bien la razón ha sido su actividad sindical, según ha denunciado la CNT, que hizo público el conflicto este domingo en las instalaciones de la Cañada Real, coincidiendo con su mercado ecológico mensual.

El PRAE (Propuestas Ambientales Educativas) es un equipamiento público junto a Covaresa con aulas y espacios verdes destinados a iniciativas relacionadas con la protección ambiental. Gestionado por la Fundación Patrimonio Natural, dependiente de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, el centro externaliza su servicio de educación ambiental que, desde hace años, sale a concurso cada otoño. «La plantilla de este servicio (cuatro personas), tras la incertidumbre de la licitación de 2017, decidió buscar vías para conseguir su estabilización en 2018. Tras conseguir la transformación de casi todos los contratos en indefinidos y acabar con el fraude de ley en las contrataciones, empezaron los cambios constantes de jornada y exigencias de disponibilidad total», explican desde CNT.

Ante el deterioro de la situación y con la vista puesta en 2019, los trabajadores optaron «por defender su derecho a la subrogación y a la estabilidad laboral» recurriendo a la CNT. Tras formalizar la sección sindical solicitaron la inclusión del derecho a subrogación de la plantilla, «tal y como recoge el convenio, así como la regularización del trabajador que estaba con contrato temporal en claro fraude de ley, al desempeñar un puesto de trabajo fijo», explican. Ante estas reivindicaciones, la empresa renunció a presentarse a la licitación para continuar con el servicio en 2019.

La entrada de Audeca, del grupo Elecnor, supuso el primer despido, el del trabajador con contrato temporal. A continuación, al solicitar su derecho a un calendario laboral para 2019, el viernes 18 de enero la empresa despidió «disciplinariamente» a los otros dos trabajadores.

«Pese a llevar entre tres y cuatro años con un calendario caótico, nuestro trabajo nunca se ha visto afectado y todos los coles, familias y entidades que han pasado por aquí nos han felicitado por nuestra labor», explicó María Blanco. «Formamos un equipo motivado e innovador y el despido ha sido inesperado e injusto. Hasta la propia empresa y la Fundación lo reconocen. Solo queríamos tener unos mínimos derechos laborales y la consecuencia ha sido el despido», añadió.

«Todo se produce con el consentimiento de una administración que crea una fundación que a su vez subcontrata tareas que le son propias», añadieron desde CNT, que ve tan culpable de la precariedad a «las empresas parásitas del sector público» como a quienes «dividen la administración en compartimentos estancos para crear parcelas de poder». El sindicato anarquista advierte de que «no habrá transición ecológica sin la dignidad laboral de quienes la tienen que sacar adelante» y presentará una denuncia en el juzgado por despidos nulos.