Valladolid

Continúa el baile de negocios en Parquesol: llega una churrería y se muda un asador

En cuanto a la churrería, el nuevo negocio, que ya muestra el cartel en su exterior, se llamará Choco Tapa y ocupará un local que llevaba tiempo cerrado junto al veterano bar Los Álamos. Parquesol recuperará así un espacio vacío y a su vez un tipo de cafetería que perdió en los últimos años con los cierres sucesivos de la chocolatería situada precisamente en Mateo Seoane Sobral -este local permanece ahora sin uso desde hace meses- y, más recientemente, de la también veterana churrería El Nuevo Dorado -su local también continúa sin uso-, que estaba situada en la parte alta del barrio, en la calle Juan García Hortelano, junto a las antiguas oficinas de Madison que ahora se están reconvirtiendo en un establecimiento de hospedaje con 55 estudios.

El barrio permanecía así sin churrerías como tal desde hacía tiempo. Este lunes, tal y como se anuncia en el cartel que luce en el local del número 12 de la calle Adolfo Miaja de la Muela, en el citado tramo peatonal hacia Mateo Seoane Sobral, los churros con chocolate volverán a este parte de Parquesol.

Choco Tapa, eso sí, no solo ofrecerá el popular desayuno y anuncia una carta más variada con tapas a partir del mediodía. Bajo su nombre, de hecho, anticipa que se trata de un 'café churros bar' y muestra otro letrero en el que anuncia también que ofrecerá café, tapas y copas.

El nuevo negocio, con churros y otras opciones, aterriza en cualquier caso en un punto del barrio que perdió hace años su tradicional chocolatería, que lucía un enorme caldero de cobre en su fachada (aún lo tiene el local) y que a raíz de su cierre acogió, desde 2016, una suerte de hamburguesería y churrería (Texas) que apenas duró unos años. Después albergó fugazmente a otro veterano del barrio, La Solera Berciana, que se acabaría mudando a otro local. La antigua churrería continúa ahora cerrada.

Y en la parte alta del barrio, en la citada calle Juan García Hortelana, también cerró hace más de un lustro la veterana chocolatería El Dorado, que posteriormente reabrió como churrería El Nuevo Dorado y que también acabó cerrando y con el local aún a la espera de nuevos inquilinos. Algunos bares del barrio, eso sí, ofrecen aún churros en sus cartas de desayuno, pero no de elaboración propia.

En cuanto al otro negocio que anuncia su próxima mudanza en el mismo tramo peatonal entre Adolfo Miaja de la Muela y Mateo Seoane Sobral, el Asador Don Pollo (aún abierto) ocupará el hueco dejado por una carnicería situada en el otro extremo de la calle Mateo Seoane Sobral, junto a la Tahona La Rosca, cerca de la esquina con Amadeo Arias.

Parquesol continúa así asistiendo a un baile de comercios que en un entorno próximo al mencionado, como son las calles Juan Martínez Villergas y Amadeo Arias, ha perdido recientemente dos negocios veteranos, como eran la confitería Agustín y la carnicería Hernández, y está a punto de perder la única joyería del barrio (Eloy) por la jubilación de sus propietarios. Allí, eso sí, ha abierto ya una panadería, se anuncia la apertura de otra y también ha abierto una nueva carnicería.