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Nuevo paso en la construcción de la variante para los trenes de mercancías. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) anunció ayer la adjudicación de las ... obras de señalización y telecomunicaciones de este canal de 17,5 kilómetros que sacará los convoyes de carga del centro de la ciudad por la zona este, casi en paralelo a la Ronda Exterior (VA-30). Lo que podría parecer una intervención más incluye, sin embargo, una actuación de calado para la ciudad: la unión de esta infraestructura a la factoría de Renault, de manera que la fábrica pueda sacar su producción de automóviles por el 'by-pass' de carga y quede liberado así el terreno de Ariza. En concreto, dentro de la implantación de estos sistemas de seguridad, con una inversión de 17,8 millones de euros, se prevén obras en el norte y sur de las instalaciones de la compañía de automoción para dar salida y entrada a sus trenes.
En este momento, los convoyes portacocoches circulan por las vías de Ariza, un tráfico que quedará vedado cuando entre en funcionamiento la variante. Será entonces cuando se pueda desmontar el lecho ferroviario que discurre paralelo al Paseo de Arco de Ladrillo ¿Cuándo? Adif es reacia a ofrecer plazos concretos para su entrada en servicio, aunque el propio alcalde fijó su estreno para 2023. El nivel de ejecución supera ya el 80% y su puesta en funcionamiento es importante para seguir avanzando en la construcción de los nuevos pasos previstos en el plan de integración. Dos de las tres conexiones diseñadas al sur de la estación de Campo Grande –calles Hípica y avenida de Irún para su unión con Ciudad de la Comunicación– requieren del terreno libre y sin vías para su ejecución, según confirman en la Concejalía de Planeamiento Urbanístico.
El anuncio ayer de la adjudicación de las obras en la variante de mercancías puso en guardia a la Plataforma del Soterramiento. Adif señala que este contrato se financiará con fondos europeos del programa Next Generation y que permitirá también la circulación de trenes de viajeros. «Tanto el alcalde como el concejal de Planeamiento declararon, primero, que no se podían financiar obras de este tipo y, después, que únicamente para mercancías», recuerdan. «Entendemos que es necesario un debate público sobre la viabilidad del proyecto del soterramiento. Es evidente que sería una grave irresponsabilidad dejar pasar la oportunidad de utilizar esos fondos europeos para realizar la obra más importante de Valladolid», recalcan.
En sustitución de este canal ferroviario, ahora usado únicamente por Renault, los planos dibujan un corredor verde, al tiempo que se genera un nuevo desarrollo urbanístico con más de 600 viviendas, como diseñó en su momento el arquitecto británico Richard Rogers, un planteamiento que se mantiene, porque con la venta de ese suelo hay que devolver al Ministerio de Transportes los 400 millones de euros que adelantó de la deuda con el sindicato bancario que financió las obras complementarias al proyecto del soterramiento, ya desechado por la Sociedad Valladolid Alta Velocidad. La variante este de mercancías, con un coste de casi 86 millones de euros, permitirá sacar del centro de Valladolid 190 trenes de carga a la semana (27 diarios). La construcción de la variante se inició en 2007 y ha sufrido varios parones en su ejecución.
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