Cincuenta voluntarios se unen para limpiar la ribera del Pisuerga a su paso por Valladolid

El botellón, el vandalismo y las reuniones de amigos convierten al sendero natural del Pisuerga en un lugar lleno de desechos que complica los paseos por la ribera. Por eso, cincuenta voluntarios se han unido esta mañana la asociación Amigos del Pisuerga para llevar a cabo «una buena limpieza del río en las zonas más vulnerables y que más se transitan, en concreto en esas donde más suciedad solemos encontrar», ha explicado el presidente de la asociación, Luis Ángel Largo.

Todos ellos han cogido sus guantes, ropa y calzado deportivo y las herramientas necesarias para la ocasión y han comenzado a trabajar en la recuperación de la ribera. El medio centenar de voluntarios se ha dividido en cinco grupos para cubrir las márgenes (tanto derecha como izquierda) ubicadas entre el puente de Arturo Eyries y el Puente Mayor, justamente esos caminos «en los que se reúnen más asiduamente los jóvenes para hacer botellón», según ha advertido Largo.

No paraban de tirar bolsas a los contenedores. Ropa, botellas de alcohol, latas de refrescos, juguetes viejos y «mucho plástico» han sido algunos de los desechos que más han recogido los voluntarios, incluso han necesitado la ayuda de un camión de basura del Ayuntamiento para transportar los desperdicios más voluminosos, como fue el caso de dos colchones «que encontramos en la margen derecha del río, justo antes de llegar al Puente Colgante», ha detallado Largo, quien calcula «cerca de una tonelada de residuos» recogidos en tan solo tres horas de trabajo de los voluntarios.

Hace un mes ya sacaron otras dos toneladas, entre ellas «más de cuarenta botellas de cristal». Largo ha añadido además que «el mayor problema viene cuando, aparte de tirar las botellas y las bolsas de plástico al río, los chicos rompen los recipientes y estamos una buena temporada recogiendo los cristales». Sin embargo, el presidente se ha congratulado «de la actuación del equipo de equipo de gobierno» en la zona del Puente Mayor (la que salva al edificio Duque de Lerma y conecta con el paseo del Palacio de la Ribera). «Tenemos esperanza de que, al haber más población por allí, no esté tan abandonado ese distrito». Porque «los que más lo utilizan son los chavales para beber, y dejan aquello...», ha lamentado el presidente de Amigos del Pisuerga.

Esta actuación tiene vistas al buen tiempo, «cuando viene la gente descalza a correr o a dar un paseo con la familia, por lo que es mucho mejor quitarlo cuanto antes», defendió Largo. Aunque «queda bastante por recoger», desde Amigos del Pisuerga se quedan con la participación del gran número de voluntarios que «se han preocupado por el estado de la ciudad y están concienciados con la realidad tan cercana que tiene el planeta y de la importancia de cuidar el ecosistema». Este es un primer acercamiento, pero también el inicio de una colaboración «muy buena» con gente implicada con la naturaleza. Y es que muchos desean «volver a repetir». Porque todos queremos que Valladolid siga siendo 'la capital del Pisuerga'.