Más de cien artesanos se dan cita en el Mercado Castellano de Valladolid

«Arrancamos con la misma ilusión de todos los años. Es una fiesta muy local, el éxito es que está siempre lleno», asegura Miguel Ángel Tapia, presidente de FOACAL. Este año más de cien puestos forman parte de esta feria que acoge a artesanos de alimentación y oficios artísticos, un evento muy demandado en este sector ya que «siempre nos toca hacer selección de artesanos, tienen en su calendario esta cita como muy especial», cuenta Tapia. Todos los artesanos destacan el buen trato recibido en este mercado: «Mimamos y cuidamos la artesanía, los artesanos de fuera siempre tienen un cariño especial a este mercado de Valladolid», concluye.

Uno de los artesanos que acuden a esta cita desde otros lugares es Jesús Orta, fabricante de utensilios de cocina de madera. «Llevo cincuenta y seis años de oficio, en nuestra empresa tenemos una tercera generación en marcha y son todas mujeres, tenemos asegurado un relevo generacional en femenino», explica Jesús. La empresa familiar de Hermanos Orta equipa los restaurantes de Martín Berasategui, Karlos Arguiñano o Dani García. Y no se saltan la cita de este mercado castellano: «Es muy importante que te conozca la gente y el contacto directo».

También de fuera de Valladolid, desde Albacete, vienen los sopladores de vidrio Jorge y Jesús Pazos: «Nuestra técnica es una de las más artesanas que existen porque no trabajamos con moldes, todo parte del movimiento de las manos». Padre e hijo continúan este oficio heredado de su abuelo y bisabuelo, respectivamente, y guardan un cariño especial al mercado de Valladolid: «Hacía doce años que no veníamos al mercado y ya teníamos 'morriña' por volver».

Son muchos los visitantes que, cada año, confirman su asistencia, como María Antonia Martínez: «Venimos todos los años y siempre encontramos productos que nos gustan». Maribel Guerra coincide en la experiencia positiva: «Intento venir siempre, me parece muy bonito y el espacio en el que está es perfecto».

En Cerveza Artesanal Patagonia, además de la bebida estrella en los bares, ofrecen un producto particular por su presentación y elaboración: «Parece cerveza, pero es hidromiel», cuenta Diana Popescu, de la empresa Patagonia. Esta bebida elaborada con miel en Aldeamayor de San Martín despierta curiosidad entre las personas que se acercan al puesto de estos habituales del mercado: «Desde que empezamos la empresa todos los años aquí estamos, hay que salir a vender el producto».

En el sector de la alimentación también están los productos de María José Hernández, de Ajo Bovedano. Esta empresa de ajos negros cultivados en Zamora lleva la innovación como bandera: «Sacamos todo el partido que podemos al ajo negro, tenemos productos que nos hemos inventado y que solo comercializamos nosotros».

Eulalia Mateos, diseñadora y artesana del sector textil, ofrece en directo una demostración de patronaje sobre mesa y sobre maniquí. La labor de Eulalia forma parte de los talleres demostrativos que se realizarán durante toda la feria para que los visitantes puedan disfrutar y aprender sobre diferentes técnicas artesanas en vivo. «Hay mucha afluencia y la gente se muestra muy interesada en los distintos talleres», afirma Eulalia.

Esta primera jornada cuenta con la animación del grupo local de danza castellana 'Pilarica'. Los visitantes disfrutan del baile y la música tradicional vallisoletana de los danzantes y dulzaineros mientras compran. Varios grupos tradicionales actuarán a lo largo de las jornadas del mercado.

Organización y artesanos también tienen puesta su atención en el clima de estos días, confiando en que la lluvia no moje los puestos. Este mercado castellano es un claro ejemplo de que los oficios y productos artesanales siguen despertando gran interés. Una muestra de oficios tradicionales, muchos en peligro de extinción y otros tantos que siguen vivos gracias a la pasión y el trabajo de todos los artesanos que participan en ferias y mercados como este.