Chapuzones vigilados

A primera vista, quién más y quién menos pudo confundirse al estrenar la temporada de piscinas en Valladolid. Con un aspecto muy futbolero, la división del césped diseñada con líneas de cal, con poco que envidiar a las del Santiago Bernabéu, el Nou Camp o el Estadio José Zorrilla –por eso de tirar para casa–, recordó que el inicio de la campaña estival de este año será algo distinto en la ciudad.

Entre las diferencias, destacan las medidas de seguridad instauradas por la Fundación Municipal de Deportes para velar porque se respete el distanciamiento entre los usuarios. A la parcelación de la hierba en pequeños recintos cuandrangulares donde colocar las toallas –o los pocos enseres personales–, se suma la presencia de los guardias de seguridad. «Se trata de una forma de reforzar el trabajo de los socorristas y de que no haya malos entendidos», explica el concejal de Deportes, Alberto Bustos, quien, aún así, asegura que «la medida más importante será la responsabilidad de los propios bañistas».

La Concejalía ha realizado un gasto extraordinario de 25.000 euros para que exista siempre un vigilante en sus piscinas al aire libre (Juan de Austria, Rondilla, Puente Duero y Canterac), aunque en el caso del recinto del barrio de las Delicias serán dos los guardias, dado su gran volumen. Además, el edil deja abierta la posibilidad de «ampliar la contratación, en función de las necesidades y respuesta al servicio» de unas piscinas que tendrán un horario de 12:00 horas a 20:30 horas.

En lo que respecta al aforo, este será de 4.499 usuarios, tras la aplicación de la normativa de la Junta que deja la capacidad al 75%, y el acceso se realizará solo con la compra de bonos, que se podrán retirar en las propias piscinas o la Fundación Municipal de Deportes, en el Polideportivo Huerta del Rey.

Los abonos, que se recargarán siempre en múltiplos de cinco, con un precio de 3,90 euros por cada baño (19,50 por cada cinco), también tendrá modalidad para niños, con un precio individual de 2,30 euros (11,50 por cada cinco).

El estreno de la temporada, que se prolongará hasta el 4 de septiembre, también plasmó las medidas de higiene, con una ampliación de la limpieza y desinfección a seis veces diarias (cada dos horas); o a que los vigilantes y socorristas tuviesen que recordar que las sillas o tumbonas «están prohibidas», con el protocolo a cuestas, leído a pies juntillas por el personal de las instalaciones, o plasmado en los corchos de los accesos como si fuese la alineación del Real Madrid, el Barcelona o el Real Valladolid –por volver a tirar para casa–.