La Casona de Montealegre regresa a la Diputación para buscarle un uso

La renuncia a la cesión de uso deberá ahora pasar por una sesión de pleno, según precisó el diputado de Hacienda –responsable de Patrimonio–, Agapito Hernández, quien señaló a su vez que los técnicos del área estudian ahora cómo será el procedimiento a seguir una vez que el acuerdo alcanzado en el año 2005 queda extinguido.

A partir de ahora, la Diputación deberá plantearse nuevos usos para este inmueble, que durante siete años, y hasta su cierre hace casi seis años, albergó el restaurante de la afamada cocinera Fátima, quien se encargó de explotar el restaurante y las siete habitaciones con baño que alberga este histórico inmueble. El diputado encargado del Desarrollo y la Promoción Económica, Víctor Alonso, avanza que a partir de ahora se sentarán a «analizar alternativas» sobre su explotación, que aun no tienen decidido si será directamente por la institución provincial o si, por el contrario, apostarán por que sea la iniciativa privada la que se encargue de gestionar uno de los recursos turísticos de la Diputación en la provincia de Valladolid.

Fue precisamente el verano pasado cuando, gracias a una subvención provincial, la Casona pudo habilitar una cocina industrial, con mobiliario y electrodomésticos, gracias a una inyección económica de en torno a 20.000 euros con los que se pretendía atraer la inversión de algún empresario interesado en explotar este edificio como alojamiento de turismo rural. Y, pese al respaldo económico, no hubo tampoco ningún empresario interesado en pujar por su explotación en la última licitación que sacó el Ayuntamiento, el pasado mes de noviembre.

La Casona de Montealegre, datado en la primera mitad del siglo XVIII, es propiedad de la Diputación desde el año 1969. En 2005 fue restaurada y convertida en posada de turismo rural con una inversión de 870.000 euros y su uso fue cedido por 30 años al Ayuntamiento.