Valladolid
Todas las viviendas de Valladolid deberán tener detector de humos desde abril: «Se salvarán vidas»La capital sumó tres muertes por fuegos en viviendas el año pasado y 148 intervenciones en domicilios que carecían, en su mayoría, de este dispositivo
Todas las viviendas de Valladolid tendrán que tener de forma obligatoria un detector de incendios, en concreto de humo óptico. Al menos uno, siempre en ... el pasillo distribuidor o en el vestíbulo, con la posibilidad de instalar más, aquí de forma recomendable, en otras estancias, como pueden ser las habitaciones. Nunca, eso sí, en la cocina o en los baños. ¿Por qué? «Para evitar confundir al detector», ha explicado Javier Reinoso, jefe del Servicio de Bomberos de Valladolid. El detector será obligatorio en todas las viviendas de Valladolid, desde el 31 de marzo de 2025. En el cien por cien. Ya sean de nueva construcción o en las ya existentes.
«A lo largo de los años tenemos una media de unos 150 incendios en edificios en nuestra ciudad -148 en 2024-. De todos ellos, alrededor de cien se desarrollan en viviendas de varios pisos, y entre diez y quince se producen en viviendas unifamiliares», ha proseguido el jefe del Servicio de Bomberos. El último, de hecho, se produjo en la calle Aaiún el último fin de semana, donde una persona tuvo que ser trasladada al hospital. «Vemos una serie de datos esclarecedores. Es muy importante la detección temprana de incendios que aporta el detector, ya que, especialmente en los edificios, se produce un problema muy importante que es el colapso de la escalera en las evacuaciones. Si el fuego se detecta de forma rápida, es más improbable que se dé esa situación de peligro».
Con este dispositivo se confía ahora en minimizar los daños de los incendios, que especialmente se producen en horario nocturno. «Es muy sencillo de instalar, muy barato y salva vidas. Realmente útil», ha proseguido el jefe de Bomberos. En concreto, entre los seis y los doce euros, en función de donde se compre, si bien hay opciones que alcanzan los treinta euros. Los más sencillos constan del propio detector de incendios, que se instala a través de un adhesivo, que puede ser de doble cara y que se pega al techo y al propio aparato. «Y ya no hay que hacer nada más». Los dispositivos cuentan además con una pila que tieen una duración de entre uno y tres años. Cuando esté a punto de agotarse, será el propio dispositivo el que avise para su sustitución.
Desde el Servicio de Bomberos también apuntan a que se llevará a cabo una campaña de concienciación para favorecer la instalación en las viviendas, orientada también a los colegios. «La realidad ahora mismo es que en la mayor parte de las viviendas que hemos atendido tras un incendio no se dispone de estos dispositivos y por eso los daños han sido mucho más grandes. Actuar contra un incendio ya desarrollado es muy peligroso, con esto se reduce en un tercio el riesgo de muerte». El año pasado, tres personas perdieron la vida por incendios en viviendas, y hubo hasta siete intoxicados. En este sentido, el jefe de Bomberos ha incidido en que el grupo más vulnerable son las personas mayores de 64 años y que los que tienen mayor riesgo de fallecer a causa de un incendio en una vivienda son aquellos que viven solos. El dispositivo funcionará de forma permanente y emite un pitido si detecta la presencia de humo en la vivienda.
La medida, «pionera en España», es ya una obligatoriedad en otros países como Irlanda, Alemania o Francia.
En este sentido, el Ayuntamiento ha puesto en marcha una campaña bajo el nombre 'Pequeños dispositivos, grandes salvavidas', con el objetivo de concienciar y dar a conocer la normativa municipal. «La medida entra dentro del Plan General de Ordenación Urbana, aprobado en 2021 y que insta a incluir esta media, que entendemos es muy útil. Todas las semanas vemos noticias sobre incendios que por suerte la mayoría de las veces solo produce daños materiales, pero que son cuantiosos. Entre todos tenemos la obligación de trasladar esta noticia y de convencernos en el uso de los detectores», ha apuntado el concejal de Urbanismo y Vivienda, José Ignacio Zarandona.
Por su parte, el edil de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, Alberto Cuadrado, ha destacado la seguridad que traerán estos dispositivos. «Si con esto podemos salvar una sola vida es suficiente. Evitar no solo cualquier daño material, también de vidas. Es muy simple de instalar y con eso podemos salvar bastantes vidas». La medida, «pionera en España», como han defendido los concejales, es ya una obligatoriedad en otros países europeos, como Francia, Irlanda, Alemania, Suecia, Noruega o Finlandia. En Valladolid será obligatorio desde el 31 de marzo. «No queremos alarmar, no se trata de sancionar, ni de vigilar, de entrar en los domicilios. La instalación es responsabilidad de cada uno y la obligación es entre todos para que la gente entienda que lo que se hace es mejorar la seguridad», ha zanjado Zarandona.
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