El brote del Río Hortega alcanza los 38 casos al sumar diez positivos de fuera del hospital
La transmisión dentro del centro asistencial llega a 28 infectados, 20 de ellos profesionales; pero el seguimiento a 126 personas aún puede aumentar los contagios en el exterior
El brote del Río Hortega suma casos directos y secundarios. Las pruebas PCR para detectar nuevos posibles contagios incorporaban ayer seis nuevos positivos al brote del Río Hortega. Son todos ellos casos de profesionales, concretamente dos técnicos de enfermería que se suman a otros cuatro compañeros de la misma categoría y cuatro celadores; ya había otros tantos contagiados. Así el brote del hospital vallisoletano acumula 28 casos directos entre pacientes, ocho de la misma planta incluido el presunto 'paciente cero', y 20 profesionales, la mayoría sanitarios, del complejo vallisoletano.
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Los nuevos positivos son todos ellos de personas que ya estaban aisladas en cuarentena a la espera de un segundo PCR que es el que ha dado finalmente positivo dado que hay un periodo de incubación de entre cinco y siete días e, incluso, de hasta 14. Sin embargo, el estudio epidemiológico de contactos, que persigue rastrear los casos que han tenido relación con los primeros contagiados, ha permitido detectar otros diez positivos tras realizar 126 pruebas a personas relacionadas con los pacientes o los profesionales ya contagiados dentro del hospital. Son casos secundarios, que aparecen lógicamente más tarde porque se les ha infectado posteriormente y que forman parte del rastreo epidemiológico habitual para contener un brote.
Los nuevos diagnósticos son todos asintomáticos o muy leves y estaban aislados para cortar la transmisión
Los casos de este acúmulo del Río Hortega son prácticamente todos asintómáticos o como mucho leves. Solo tres personas llegaron a ser hospitalizadas.
La Consejería de Sanidad explica también que, desde el momento inicial, todos los implicados en el brote fueron «localizados, aislados y controlados; tanto los pacientes y profesionales del centro hospitalario, como los contactos de los mismos. Y este seguimiento estrecho es el motivo por el que se siguen localizando nuevos casos, dentro de las personas controladas».
El virus tiene un comportamiento silente para garantizarse los huéspedes y conseguir pervivir
El brote comenzó tras detectarse un caso de coronavirus el 16 de junio en una paciente de una planta 'no covid' del centro asistencial. La mujer había dado negativo en todas la pruebas anteriores realizadas en distintos ingresos –requisito obligatorio que marca el protocolo– en el centro asistencial por otros motivos de salud ajenos al virus. El estudio epidemiológico no ha conseguido determinar quien contagio a esta paciente, si alguna visita o acompañante o personal de dentro del hospital. El caso es que a partir de ella se contagiaron varios sanitarios, sobre todo técnicos de enfermería, celadores y enfermeros y, desde ellos, otros pacientes; así como un trabajador de la limpieza. Este primer positivo activó de manera inmediata el protocolo de aislamiento y control que implica, entre otras medidas de seguimiento y la realización de PCR a los profesionales, pacientes y visitantes que hubieran tenido contacto con esta persona infectada por covid.
Las pruebas confirmaron en el momento inicial como positivos en coronavirus tres profesionales –dos sanitarios y uno del personal de limpieza–; así como otros cuatro pacientes, además del caso que dio la señal de alarma con lo cual ya sumaron cinco ingresados en el hospital afectados.
Estos primeros positivos conllevaron el aislamiento domiciliario, como medida preventiva de varios profesionales sanitarios más que, aun teniendo una PCR negativa, habían trabajado en la planta donde se había producido el brote. Las entrevistas y rastreo de cualquier contacto, aunque hubiera sido puntual, se mantuvieron en la planta afectada. Un seguimiento estrecho y las particularidades epidemiológicas del covid como, por ejemplo, su periodo de incubación « son las razones por las que a día de hoy aún se siguen nuevos casos relacionados con este brote. Pero todos ellos, son fruto de los controles que se están realizando y están en su totalidad controlados, aislados y vigilados», indica Sanidad.
La planta sigue sin nuevos ingresos pero permanece abierta
Explican fuentes de la Junta que «las cadenas de transmisión silentes son una de las modalidades que adopta el Sars-CoV-2 para mantener su actividad en el huésped, una forma de supervivencia del virus. En su gran mayoría los individuos infectados son por ello asintomáticos, como en la actual circunstancia, y pueden permanecer confinados en su domicilio «extremando las medidas de precaución para tratar de interrumpir la aparición de nuevos casos». El problema de estos casos es cuando no se los detecta y circulan libremente en diferentes ámbitos sociales y laborales.
Confinados
En total este brote de 28 personas ligadas directamente al brote hay hay en concreto: seis TCAE, cuatro enfermeras, ocho celadores, un profesional de limpieza y un mir. Todos los casos en activo están vigilados y aislados. La mayor parte de ellos en aislamiento domiciliario, asintómaticos o leves. Mientras se mantenga esta situación epidemiológica, «la planta permanecerá sin ingresos nuevos pero abierta y en régimen de aislamiento. Sigue funcionando completamente y con todos los servicios para las personas que permanecen ingresadas en ella».
En cuanto a los nuevos casos notificados ayer, Castilla y León ha registrado 10 nuevos casos de afectados que han dado positivo confirmado por PCR –dos en las últimas 24 horas– . La cifra de contagios asciende así a 26.428. El número de fallecidos en hospitales de Castilla y León se sitúa en 2.058 personas, tras haberse registrado dos nuevos decesos, en Valladolid y Salamanca.
